Equivocaron los jugadores el mensaje de Ancelotti al afirmar que "jugar contra Simeone es un honor, pero también un problema". El respeto comedido de la primera parte se convirtió en un problemático miedo que trajo consigo la torpeza generalizada. Lamentable imagen del Real Madrid ante un equipo que si pretende jugar así tampoco alzará la Copa de Europa pero, seguramente, llegue más lejos que el cuadro blanco. El próximo 22 de abril dictará sentencia, aunque no todo son malas noticias; tienen un partido para recuperar confianza, hambre, intensidad y fútbol, sobre todo. Pues este Atlético de Madrid 0 Real Madrid 0 no ha estado a la altura ni de la competición de Champions ni del fútbol mismo.
La imagen de James corriendo de un lado hacia otro como si le estuvieran haciendo un rondo en los entrenamientos cual pollo descabezado ocurrió en la primera mitad pero, en realidad, simbolizó lo que fue todo su equipo en la segunda parte. Justo al revés el caso rojiblanco; el cambio "bronco" de Simeone dando entrada a Raúl García por Griezmann para hacer perder los papeles a Ramos y condicionarle con tarjeta reunió en pocos minutos lo que fueron los primeros 45 del Atlético. Con todo, los del Cholo fueron mejores en su fútbol que el Madrid en el suyo. Porque Ramos perdió los papeles con Raúl García, sí, pero es que antes y después perdió más de media docena de balones que dieron lugar a alguna que otra ocasión de gol. Carvajal, flojo, no se sumaba al ataque como en jornadas anteriores por lo que la única esperanza era un Marcelo -el mejor de su equipo- cuyos latigazos en nada quedaban cuando no recibía el apoyo de Benzemá o el desdoble de Ronaldo.
James cuajó uno de sus peores partidos como madridista; descolocado, impreciso... |
Así las cosas, el delantero francés tuvo tres ocasiones de ser egoísta... pero optó por la solidaridad. Y en el fútbol, como en la guerra, si te entretienes en ponerle el chaleco antibalas a tu compañero probablemente acabéis los dos tiroteados. O lo que es lo mismo, no centres si tienes mejor remate que al compañero al que estás cediendo la pelota. 80 minutos después Simeone arregló su primer cambio antifútbol con una arriesgada apuesta que concretaba la evolución del Atlético en la segunda parte; ir a por el partido en lugar de a por las tablas. Fuera Koke, dentro Torres porque los rojiblancos sí veían que podían comer merengue al fin y al cabo. Arda Turán incluso llevándose a cinco jugadores en una acción cuyo último toque fue tan malo como extraordinario el resto.
Noche para olvidar la de Ramos; perdió un balón tras otro, se le fueron en varias ocasiones y estuvo falto de tensión. |
No quisiera dejarme por el camino a Casillas, símbolo de la desidia blanca, sin tensión durante todo el partido... nunca visible en los televisores en esos balones largos que, se espera, aparezca de repente el portero para atajarlos y despejar toda duda. La enésima recolecta de uvas en la salida de los últimos minutos no es más que otra de las muchas intervenciones negativas que tuvo, pero por hiperbolesca y explícita es aquélla quizá la que levantará ampollas durante toda la semana entre sus partidarios y dará de comer a sus detractores. Pero no se confundan; cuando en un equipo los que más brillan son el lateral izquierdo y uno de los centrales (Marcelo y Ramos, respectivamente), lo lógico es que las voces sean en su mayoría detractoras, pues sólo la crítica argumentada hará despertar a un Madrid sumido aún en sueño (pesadilla) atlética. Y van 7 sin ganarles.
Jesús Clemente Rubio