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Hipódromo de la Zarzuela: La adrenalina vestida de glamour

Cerró, reabrió y sigue reinventándose. Filosofía que no sólo impide que el Hipodrómo de la Zarzuela pase de moda, sino que en los últimos años lo ha conseguido erigir como un exclusivo y coqueto lugar en el que disfrutar de una apacible y soleada jornada de domingo. O una mágica y encantadora noche de verano. La adrenalina de ver a tu caballo ganador o el simple merodeo por las instalaciones bien merecen la visita. Apúntate a uno de los planes más chic, descubre todo lo que dan de sí los caballos de carreras.


Observar desde arriba el movimiento y la atmósfera de las carreras
es la mejor manera de integrarte en la experiencia.

Vamos a comenzar por lo que nunca esperarías encontrar en esta reseña, en el lugar reseñado. Tacos y bocadillos de delicioso jamón ibérico, crepes y gofres para los amantes del dulce, ensaladas, vermut, ginebra... todo tiene cabida en la explanada destinada a la comida del Hipódromo de la Zarzuela. En una de ellas, la sur, pues en la norte un complejo recreativo para los más pequeños garantizará que tus retoños no te amarguen la que prometía -y será- una jornada de carreras y emoción. Retornando al espacio destinado a la gastronomía, una barra y sillas y mesas centrales son escoltadas por las afamadas "Food Truck", caravanas con la suerte de establecimientos en los que degustar alimentos selectos y de primera calidad. Eso, unido a un espléndido sol en el cielo y ausencia de viento ya garantizaría una exclusiva terraza donde pasar tu jornada. Pero queda algo más por comentar, casi ensalzar, el alma del recinto... las carreras de caballos.



En la vuelta previa a las carreras, los apostantes tienen la oportunidad
de ver caballos y jockeys.
El animal más noble y bello de cuantos hay se exhibe a los apostantes, propietarios y demás interesados en un pequeño círculo cerrado donde también se hará la posterior entrega de premios. Ahí uno descubre si aún no lo había hecho la grandeza, literal y casi épica, de los caballos, su musculatura y porte... y también a los jockeys. 

¿Corazonada? El número '2' es tu caballo.
En función de lo que perciban, y por supuesto también de esas intuiciones y pálpitos que a algunos les conducen al fracaso pero a la mayoría al éxito, harán su apuesta. La esencia misma del Hipódromo ha de ser el eje central de tu jornada, pese a las diversiones comentadas anteriormente; desde un euro tu emoción se disparará en cada una de las seis carreras programadas para cada jornada. Tranquilo, que si la intuición no es lo tuyo, siempre tendrás un completo folleto explicativo de cómo colocar apuestas, qué tipos existen y quiénes son los favoritos. Claro que esto no es una ciencia exacta, y ahí es donde radica la extraordinaria magia de las carreras: esos últimos metros en los que el caballo previsiblemente ganador se viene abajo y en el que tú confiaste, que te renta más por euro apostado y que no recibió la confianza de nadie, se alza con el triunfo. 

Quizá sea este deporte el que mejor ensalza el único valor que han de tener las apuestas, y es el de vivir más intensamente una actividad. Nunca pienses que apostar te hará rico, y teme que consiga justo lo contrario. Por ello, coge tu puñado de euros -o de billetes, según poder adquisitivo- y piensa en ello como un gasto que haras por tener emoción y adrenalina extra durante la carrera. Si encima ganas, mejor que mejor, pero nunca apuestes con esa intención o no disfrutarás de la experiencia que aquí relatamos. Por si te lo preguntas, sí: Rocky Eyes y Baronesa Voladora (nos encanta apostar basándonos en los nombres, ya ves tú) nos hicieron celebrar una ganancia de... 20 euros. ¡La fiesta no era por la cantidad, sino por la victoria!
Apasiónate en la recta final de las carreras. ¡Cuando te quieras dar cuenta, estarás gritando el nombre de 'tu' caballo!

Conocer de cerca la idiosincrasia de las carreras de caballos
sólo hará que te enamores del mundillo.
Por lo demás, hay rituales y zonas reservadas a los que paguen más por la entrada o tengan la suerte de conocer a algún propietario o persona metida en el mundillo y que merecen mención aparte. Los rigurosos controles que los jockeys pasan antes y después de las carreras para garantizar el juego es imperdible. Para todos, un menester; observar en una de las carreras no la pista, sino la grada, las caras, los nervios contenidos y la exaltación final: imposible no querer repetir para vivir semejante atmósfera. Y repetimos: accesible para todos y cualquier etiqueta, pero el público mayoritario porta, como mínimo, media pues la atmósfera se tiñe de exclusividad desde el primer minuto. Y eso de día, ya te contaremos sobre las carreras nocturnas -que, nos prometen, son apasionantes y con el valor añadido del juego de luces y sombras- así como el copeo hasta altas horas de la madrugada. Prometido.



otiuMMaximus

- Celebrar o lamentar el resultado de las carreras como si tú mismo fueras el jockey o el propietario.
- Las zonas comunes: la gastronómica y la infantil son muy completas y de calidad.
- El maravilloso mundo que rodea a la velocidad del más extraordinario de los animales.

otiuMMenester

- ¿Dónde? Avenida Padre Huidobro s/n. 28023, Madrid. 91 740 05 40.
- ¿Cuándo? Hasta el 26 de junio, sólo los domingos (11:30 primera carrera en mayo, 17:30 en junio). Para horarios en verano, carreras nocturnas y otoño https://www.hipodromodelazarzuela.es/conoce-hz/calendario-horarios
-¿Cuánto? Desde 5 euros. https://www.hipodromodelazarzuela.es/conoce-hz/entradas-y-abonos
- ¿Cómo? En febrero, autobuses gratuitos desde el Paseo Moret Intercambiador de Moncloa, de 11 a 12 y regresando hasta las 15 horas. El resto de la temporada mismo punto, gratuidad pero horarios de salida y retorno más amplios. En coche, A-6 kilómetro 8 con parking de 1000 plazas.

Jesús Clemente Rubio