Scott McKenzie, caudillo del movimiento hippie, cantaba que mejor llevar algunas flores en el pelo si ibas a la ciudad de la que hablamos hoy. Todos la conocéis, aunque muchos ni siquiera lo sepáis, basta con haber visto películas como "The Game", o "Instinto Básico".San Francisco te saluda a golpe de empinadas cuestas y relajado ritmo de vida, combinando poderosos rascacielos con extensos parques y barrios cosmopolitas. Piensa en grande y sé partícipe de la catalogada "ciudad más feliz del mundo".
Los rascacielos presiden la ciudad. |
Ya sea por no llevar la flor en el pelo o por la mala praxis de las compañías aéreas de vender más pasajes de los que realmente admite un vuelo (overbooking), padecimos en nuestro vuelo con Delta (450 euros ida y vuelta Madrid - San Francisco comprando en enero y con fecha de salida septiembre). Afortunadamente, y como si de un concurso se tratase, los last call finales incluían nuestros apellidos, y allí que embarcamos. Primer consejo: al adquirir el billete, te dará opción de hacer escala en Atlanta con una o tres horas...elige la segunda opción si no quieres quedarte en tierra (no te dará tiempo a pasar los controles y coger el segundo avión).
Tamaño XXL
Nada más pisar suelo norteamericano de verdad -hasta entonces sólo habían sido aeropuertos- comienzas a protagonizar tu propia película hollywoodiense. Enormes edificios, vastas explanadas, anchas y zigzagueantes carreteras...esto es Estados Unidos, donde piensan, viven, construyen y comen a lo grande. Y como todo aquí es de tremenda magnitud, teníamos claro que el inicio de nuestra aventura norteamericana debía ser un símbolo de la ciudad, del american lifestyle...algo gigantesco. Si hablamos de gigantes en San Francisco, hablamos de equipo local: los Giants. Nada como el AT&T Park Stadium un día de partido.
Desde la cabina del comentarista se aprecian todos los detalles del partido. |
Momento himno. Imperdible. |
Así es como se hace. |
El espectáculo está en las gradas
A estas alturas ya habrás tachado de tu lista de "cosas que hacer" el asistir a un partido de béisbol...error. Como en todo el manual del buen viajero, has de apostar por las experiencias, no por las turistadas. Porque una cosa es lo que ves en el campo en forma de diamante y otra lo que acontece en las gradas. Alza la vista.
A estas alturas ya habrás tachado de tu lista de "cosas que hacer" el asistir a un partido de béisbol...error. Como en todo el manual del buen viajero, has de apostar por las experiencias, no por las turistadas. Porque una cosa es lo que ves en el campo en forma de diamante y otra lo que acontece en las gradas. Alza la vista.
¿Fácil? ¡Inténtalo! |
Familias enteras ataviadas con infinitos artículos de merchandising y animando al unísono a un jugador; bolsas de cacahuetes, palomitas y perritos por doquier repartidos entre un público que quizá debería privarse de tanta fast food; cánticos, mascotas bailando...ambiente. Excelente. Ya nada nos extrañaba después del momento que vivimos. Tras examinar las entrañas del estadio y estando a pie de campo charlando con algunos delegados del equipo, la gente calló simultáneamente, al tiempo que se ponían en pie. Una mujer de uniforme orquestal se dirigió al centro del campo, cogió un micrófono y entonó el himno. Americanada, sí; no harás tuyo un himno con letra, también; te entusiasmará el momento, sin duda. Lo querrás para ti, lo añorarás la próxima vez que acudas a un espectáculo deportivo.
Bahía, con el Bay Bridge al fondo, el puente más largo de San Francisco. |
En este sentido, si decides viajar a San Francisco y por fortuna has elegido un período que abarque el próximo 7 de mayo, has de saber que tal solemnidad y exaltación estadounidense s estarán protagonizadas por el más grande grupo de heavy: Metallica, que no sólo entonará el "barras y estrellas" inicial sino que pondrá banda sonora a alguno de los intermedios. Recorrer las instalaciones del estadio, descubrir charlando con los multimillonarios jugadores hispanos que su verdadero sueño siempre fue triunfar en el fútbol, el nuestro, el de verdad; pisar la hierba y ver el partido desde la cabina de locución oficial -cada equipo tiene un speaker local que narra el partido, en ocasiones son dos, uno en castellano- son recuerdos imborrables grabados gracias a esta maravillosa profesión llamada periodismo y a compañeros tan profesionales y solidarios como el locutor oficial de los Giants (eternamente agradecidos).
Te suena...¿verdad? |
La Giralda, fuente de inspiración
Tras abandonar las instalaciones y sufrir, literalmente, el desarrollo del partido, atrévete a echarte una foto imitando la pose de la estatua del legendario jugador Juan Marichal. Tras el baño de multitudes y fauna deportiva, es turno de la ciudad.
Tras abandonar las instalaciones y sufrir, literalmente, el desarrollo del partido, atrévete a echarte una foto imitando la pose de la estatua del legendario jugador Juan Marichal. Tras el baño de multitudes y fauna deportiva, es turno de la ciudad.
Situándote en la parte posterior del estadio AT&T Park, estarás en plena bahía de San Francisco, con el paseo de las leyendas del béisbol como punto de partida y continuada por el Bay Bridge, su puente más grande -el Golden Gate es sólo el más famoso-. Dejarás a tu derecha varios muelles (Pier) y el Ferry Building -inspirado en la Giralda de Sevilla- para llegar, por fin, al centro de la ciudad. Rascacielos, tranvías, cuestas, vida a cámara lenta... así es San Francisco. Tal conglomerado está casualmente reunido en uno de sus corazones, Union Square, que por cierto acoge una original escultura de dicho órgano en uno de sus extremos. En el opuesto, la galería Macy´s -el Corte Inglés de allí- merece una visita a su azotea, desde donde obtendrás una perfecta panorámica "a pie de calle" de la urbe.
Aquí todo es gigante. |
Pero basta de andar. Teniendo un medio de transporte tan limpio, vistoso, famoso e inédito en el Madrid actual como es el tranvía -en su vertiente más tradicional y clásica-. Un vagón de madera con el "timón" en el medio y que, sin duda, la manera más eficaz de elaborarte un plano mental de la disposición de la ciudad y sus calles. Es encantador recorrer y "escalar" San Francisco en tranvía, pudiendo asomarte a los lados para sentir la brisa -no demasiado si no quieres llevarte algún retrovisor de recuerdo- y formar parte del paisaje urbano.
Nuestra elección: el que finaliza en Fisherman´s Warf, una de las principales atracciones costeras de la ciudad y que cuenta con el muelle más famoso del celuloide: el Pier 39. Pero finaliza aquí el día con visita nocturna, pues al día siguiente ya viviremos con intensidad semejante escenario cinematográfico.
Los tranvías son cómodos y estupendos para obtener una idea global de la ciudad. |
Nuestra elección: el que finaliza en Fisherman´s Warf, una de las principales atracciones costeras de la ciudad y que cuenta con el muelle más famoso del celuloide: el Pier 39. Pero finaliza aquí el día con visita nocturna, pues al día siguiente ya viviremos con intensidad semejante escenario cinematográfico.
Continúa en "San Francisco II: Nos fugamos a Alcatraz"
Finaliza en "San Francisco III:Curvas, niebla y Hayworth"
otiuMMaximus
- Un partido de los Giants.
- Paseo y fotos por la bahía.
- Recorrer el San Francisco nocturno en tranvía.
otiuMMenester
- La divisa es el dólar. 1 eur = 1,30 dólares, aproximadamente. Delta Airlines ofrece vuelos de i/v Madrid-San Francisco desde 450 euros, comprando con suficiente antelación y en el momento apropiados. PVP normal: 600 euros.
- Hay multitud de hoteles y hostales en la ciudad. Los pisarás poco, en pro del turismo, así que elige bien y barato. Yéndote un poco a las afuertas, moteles de carretera desde 30$ la habitación.
- Entrada Giants: unos 30$ el asiento más económico. Los tranvías cuestan desde 3$ el billete y tomar algo en la terraza de Macy´s unos 3$. Al subir en el ascensor, diles que vas a comer, te sentarán en una buena mesa. Luego, pide sólo un refresco y algo para picotear.
-Estados Unidos es barato para repostar -a 0.70 dólares el litro, aproximadamente-, aunque una jornada como la descrita se puede hacer a pie. También para comer, unos 15 dólares escatimando. Se deja desde el 10% de propina.
Jesús Clemente Rubio