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Turquía II, Capadocia: La naturaleza vela por sí misma


Durante mi viaje a Túnez recuerdo el dato: más de 6 millones de turistas tuvo el país recién se supo que algunos pasajes del retorno de la saga "La Guerra de las Galaxias" (en forma de Episodio I) fueron grabados en sus tierras. En ese momento más de un político turco se llevaba las manos a la cabeza: fueron los parajes de ensueño de la Capadocia, en suelo asiático, los que en realidad eligieron Lucas y su equipo para localizar, y eternizar, la tierra de Tatooine, entre otras. Paisajes, en definitiva, con los que pretendían evocar ficción, fantasía, incluso una estampa idílica y, sin embargo, a unos cuantos cientos de kilómetros de España. Conoce el que fue hogar de muchos, refugio temporal de otros... y testigo implacable -salvo cierta erosión- de la Historia de todos. Así nos adentramos en las entrañas de Capadocia.

Capadocia es barata en general, cara en los alquileres de vehículos en particular y regular en las comunicaciones entre las poblaciones que merecen realmente nuestro tiempo. Así pues, en tres líneas quiero desterrar viejos y falsos tópicos como por ejemplo que uno no puede desplazarse entre pueblo y pueblo en autobús. Yo lo hice, atendiendo al horario (sobre el que se retrasaron algunos minutos) y, puedo decir, que por medio euro al cambio podía moverme entre lugares turísticos.


Estas vasijas de cerámica ('kiremit') sirven para
preparar en ellos estofados. Es uno de los
platos más típicos de la Capadocia.
Cosa muy distinta es que uno de los itinerarios dispuestos para recorrerla "por libre" (contratando la excursión aparte) nos resulte o no ventajoso: yo diría que el Green Tour (no llega a 40 euros al cambio) lo es, mientras que el Red Tour puedes completarlo a tu ritmo, gusto, y tirando de los destartalados autobuses públicos. Ambos recorridos sirven para ilustrar qué visitar y hacer en Capadocia (especialmente el verde dado que te lleva a los puntos más alejados) pero es menester indicaros el dónde: para mí, la mejor base de operaciones para desde ahí planificar nuestro repaso a las montañas es el pueblo de Göreme.
El estado de conservación de algunas iglesias del Museo al aire libre es impresionante.

Aquí desayunábamos todas las mañanas. De película.
Museo al aire libre


Tras 10-12 horas de trayecto desde Estambul, y congratulado de no haberme convertido en el quisquilloso que creí cuando lo contraté en la "capital espiritual" de Turquía, sólo pensaba en dormir. El Valleypark Hotel fue nuestra elección: en pleno valle de Göreme (todos están muy cerca de la neurálgica estación de autobuses), 20 euros la noche con desayuno incluido y una familia que lo regenta y, por tanto, lo lleva con la pasión y el servicio necesarios para una agradable estancia. Allí contratamos el Green Tour sin comisiones adicionales y, nada más dejar las maletas y acomodarnos en la correcta habitación doble, marchamos a reconocer el terreno. Y qué terreno.

El 'Museo al aire libre' ofrece estampas tan hermosas como ésta.

El castillo de Uchisar es el único atractivo de
dicha localidad, aunque merece verlo.
El pueblo está rodeado por majestuosas cadenas montañosas que parecen resguardarla por los siglos de los siglos de que nada de fuera venga a destrozar todo lo vivido dentro de sus murallas rocosas. Un paseo de apenas una hora servirá para ilustrar y recrearse en lo que digo. Sin embargo, el plato fuerte está en sus fronteras: el "Museo al Aire Libre" de Göreme comprende decenas de montañas excavadas y transformadas por monjes en monasterios y lugares de culto, cocinas y comedores y residencias. En vista del estado de conservación de las iglesias del complejo monástico y el entorno de ensueño, no es de extrañar que la UNESCO lo declarase Patrimonio de la Humanidad en 1984.

Jesucristo según los monjes de Capadocia.
A tan solo 15 minutos a pie del centro del pueblo, el museo es sin duda la principal visita que todo viajero debe acometer a su llegada a la Capadocia. Pasear por sus improvisados caminos, escalar hasta las estancias agujereadas en la montaña, sentarse e imaginar cómo harían unos cuantos monjes para realizar tales labores, sin olvidar los frescos que aún hoy se conservan. Pinturas que recogen, por cierto, multitud de motivos de la religión cristiana y en la que aparece un Jesucristo, dicen los nativos, con rasgos y físico más acordes a como realmente fue el profeta: castaño oscuro, ojos de idéntica tonalidad y un delgado rostro con marcados pómulos y rasgados ojos. Sea como fuere, tanto la travesía como el destino configuran una de las experiencias más fructíferas de la Turquía asiática.

Las 'Chimeneas de las Hadas' protegiéndose
a sí mismas.
Unos metros antes pero en el mismo camino existen dos desvíos que llevan a sendos valles venidos a miradores: el conocido como "Valle del amor" debería ser cumbre y perfecto final de la jornada por diferentes motivos. Uno, te premia con el mejor atardecer de toda la región de Anatolia; y dos, el Sol se oculta entre unas curiosas formaciones rocosas en las que la parte superior se ha erosionado y solidificado ("hecho costra") de manera que protege al resto del deterioro. La naturaleza velando por sí misma, ya que no lo hace el hombre. Una de las pequeñas maravillas de este mundo, conocidas como "Chimeneas de las Hadas".

Sabiendo que tiene casi 5.000 años,
este cierre no nos parece tan rudimentario.
Misterios entre roca y roca

Pasabag y Devrent recogen más ejemplos de la extraña formación, si bien no son imprescindibles vistas las primeras. Sin embargo, Devrent posee otro atractivo asiduo de las postales turísticas: el "Valle de la Imaginación", donde las sinuosas formas de la piedra invitan al espectador a adivinar o asemejarla con animales u objetos. La más famosa es la que parece disponer un camello en las alturas.

Si hay belleza en la superficie, no querréis imaginar lo que esconde la Capadocia subterránea. De camino al valle más profundo de Anatolia, el valle de Ilhara, una señal nos invita a adentrarnos en las cuevas subterráneas de Derinkuyu. 

El canal de comunicación del 5.000 AC y del 2013 DC.
Es la ciudad más profunda de las 36 subterráneas repartidas por la región, con 85 metros, 600 puertas exteriores a la ciudad y un conducto de 55 metros que constituye el eje de ventilación de todo el complejo. Sistemas de cierre de puertas con piedras rodantes, temperatura constante para mantener los alimentos y un sinfín de historias relacionadas con los habitantes de la época te esperan de la mano de tu guía en el Green Tour. Sin olvidar que todo ello fue realizado con las manos desnudas o bien ataviadas de rudimentarias herramientas ya que aún (hace 5.000 años) el hombre no se había encontrado con el bronce, menos aún con el hierro. El dato, más que anécdotico, añade este tipo de construcciones naturales a la lista de misterios de la Humanidad, coronados por las pirámides egipcias que, en cualquier caso, llegaron de manera posterior.
El Valle de Ilhara es el punto de más difícil acceso
de la Capadocia por su lejanía.

La excursión verde

Así pues, el Green Tour se postula como la mejor opción para, tras una pequeña visita al mirador de Göreme, explorar los puntos turísticos más alejados en la Capadocia, como la citada ciudad subterránea o el Valle de Ilhara, un cañón con 100 metros de profundidad y que supone un gratificante paseo plagado de datos, curiosidades y la más acentuada belleza que la naturaleza puede ofrecer. Una pequeña iglesia y un vasto complejo monástico abren y cierran la visita al valle.
El 'Green Tour' finaliza con una visita a la catedral de Selime, otro complejo
monástico de enormes dimensiones.


Antes o después del baño, Urgup
merece un paseo.
 A estas alturas estarás maravillado a la par que exhausto ante tan espectacular visita. Dos jornadas de marcha entre rocas y montañas bien merece un descanso y, además de un paseo de media hora que redondeará lo visto hasta ahora, Urgup (a 30 minutos de Göreme en autobús de línea) acoge el Hammam con mejor relación autenticidad-precio de todo el país. Por unos 10 euros al cambio experimentarás el placer de un completo baño turco con sauna, exfoliante y masaje.


El auténtico Santa Claus

Monumento a San Nicolás en su
pueblo natal.

Podría finalizar esta crónica aludiendo a una de las mil sensaciones vividas en la región de Anatolia, hablaros del desayuno con las Chimeneas de las Hadas de fondo, las imágenes recreadas al atravesar kilómetros de ciudad subterránea o el placer del Hammam. Pero las Navidades y la diligencia periodísticas obligan a relatar que la Capadocia, de acuerdo a la nota de prensa emitida por la oficina de información turística de Turquía, es el verdadero lugar de nacimiento de Santa Claus (en realidad, San Nicolás). Nacido en Patara de Licia, localidad de la Capadocia, quedó huérfano de familia rica a temprana edad, repartiendo posteriormente su fortuna entre los necesitados. Al vivir en la parte superior de una de las montañas, se dice que amontonó sus posesiones en un trineo con el que descendía a la vez que repartía ilusiones. No cuesta mucho imaginar a un orondo barbudo vestido de verde (así está representado en numerosos tapices turcos, imagen que luego importó Estados Unidos y Coca Cola, años después, se encargó de teñir de rojo) colándose en los resquicios de los valles y encaramándose a cada agujero para dejar, más que regalos, dinero puro y duro. ¡Qué pensaría Nicolás si viera como ahora es justo al contrario... donde son muchos los que cogen todo lo que pueden agujereando no montañas, sino las Arcas del Estado!

P.S: otiuMMadrid would like to express gratitud to turkish authorities, turkish Ministry of Culture and Melike Erol from "Pasion Turca S.L" their help and collaboration with the press access and informations needed to make this review.


¡No te pierdas la primera parte de la crónica turca en Turquía I, Estambul: Culto a la majestuosidad


otiuMMaximus

- El estado de los frescos en el Museo al Aire Libre de Göreme.
- Las formaciones rocosas en general (imperdible el atardecer) y la curiosa chimenea de las Hadas.
- La visita a las cuevas subterráneas.

otiuMMenester
- Por 72 euros por persona al cambio puedes contratar el trayecto de autobús (ida y vuelta) desde Estambul a Capadocia.
- Los vuelos internos cuestan algo más aún contratándolos con tiempo. De un día para otro resultan prohibitivos.
- El precio medio por noche y habitación en los hoteles de Capadocia ronda los 20-25 euros por noche, algo más los de mayor calidad e integrados en las cuevas.

Jesús Clemente Rubio