El despertar de un temible dragón puso fin a "El Hobbit, un viaje inesperado". Fue el cénit de una excelente adaptación de la novela de Tolkien a la gran pantalla, como ya ocurriera con "El Señor de los Anillos". Y permitidme decir que, si no fuera porque la calidad y dimensión de aquella supera con creces a la biografía del pequeño Bilbo, toparíamos con una trilogía cinematográfica aún mejor por lo visto en esta "Desolación de Smaug". Trece enanos y un hobbit contra un dragón.
Basta un párrafo para recomendar y casi obligar al visionado de esta película. Ambientación aún más espectacular que en la primera parte (la guarida del dragón, antiguo Erebor enano, la ciudad al pie de la montaña, el reino élfico, todo) y mucho más colorida y detallada que en aquella "Las Dos Torres" cuya oscuridad todo teñía de gris. Un reparto que repite también en variedad y que, por si fuera poco, incorpora un retorno no contemplado en la novela pero encajado con gran acierto por los guionistas: Legolas (Orlando Bloom). Aunque de corte más maduro que en las otras entregas, cronológicamente posteriores a los hechos acontecidos en esta película, lo cierto es que han dotado al personaje de cualidades "brutas" y propias de una mayor juventud, como un carácter impulsivo, e incluso un posible amor frustrado interpretado por la Kate de "Perdidos" (Evangeline Lilly) la que, dicho sea de paso, parece haber vivido ciertamente una eternidad élfica pues clava el papel.
Los paisajes y la ambientación merecen su enésimo sobresaliente. |
Con un reparto y ambientación sublimes, resta echar un vistazo a la historia. Bilbo (Martin Freeman) continúa su travesía acompañado de la compañía enana y el mago Gandalf para recuperar el reino perdido de Erebor, ahora custodiado por el dragón Smaug. Pero orcos sedientos de venganza y guiados por un poder superior (Sauron) y enemigos imprevistos (elfos) serán sólo algunos de los peligros que les separan del retorno a su tierra, amén del reptil gigante.
Los orcos no darán tregua a Bilbo y compañía. |
Las más de 2 horas y media de metraje se hacen cortas, gracias a la variedad de situaciones, el dinamismo de las mismas (salvo las que requieren detenerse para quedarse boquiabierto, como la conversación entre Bilbo y Smaug) y, sobre todo, la pluma de Tolkien. Reitero lo dicho en la cabecera; si Tolkien hubiera escrito con el ánimo y objetivo de obra literaria para todos los públicos este "El Hobbit", cuyo propósito era de mero entretenimiento infantil, estaríamos ante una obra mucho mejor que esa majestuosa secuela titulada "El Señor de los Anillos" y, a buen seguro, ante unas aún más sobresalientes adaptaciones cinematográficas.
El anillo único será la única defensa de Bilbo frente a Smaug. |
De hecho, haciendo paralelismos, aquí tenemos más acción y una historia que abarca y recorre multitud de puntos de vista y protagonistas como sucediera en "Las Dos Torres", pero no hay tediosas batallas como la del "Abismo de Helm" ni extensas treguas como algunas de las escenas protagonizadas por Golum y Frodo. Aquí son los propios enanos y Bilbo (con su astucia y el poder del anillo) los encargados de acelerar y suplir la falta de acción con sus interpretaciones y diálogos, mientras que la acción más pura resulta mucho menos extraordinaria, más tangible y cercana, que juega incluso con sentimientos como el miedo, el suspense y la aventura.
No puedo esperar y menos imaginar qué deparará en la tercera parte, pero desde luego un "¿qué hemos hecho?" final augura la entrega más espectacular y, como ocurriera con "El Retorno del Rey", un fin de trilogía digno y justo para otra de las joyas de J. R. R. Tolkien.
otiuMMaximus
- La conversación entre Bilbo y Smaug.
- Los guiños a elementos y personajes conocidos: Legolas, Gimli, el anillo.
- La escena de los barriles.
otiuMMenester
- Recuerda que las salas de cine no han podido ignorar lo acontecido en aquella "Fiesta del Cine" con interminables colas de gente deseosa de gran pantalla por precios módicos. Por ello, hasta abril, todos los miércoles Yelmo y Cinesa, entre otras, rebajan el precio a 3,90 euros.
- Yelmo, además, no cobra suplemento por el 3D. En el caso de Cinesa es de 1 euro.
- Como siempre, diré que el visionado en 2D no limitará demasiado la experiencia pero, esta vez, hay que reconocer que el 3D posee detalles que justifican la opción.
Jesús Clemente Rubio