Entrevista Enrique Ponce de León Martínez, director de 'Las Carboneras': Una vida al servicio del flamenco
Enrique Ponce de León Martínez luce nombre y servicio propios de la nobleza y a disposición de todo tipo de público. Son el el santo y seña del director del tablao "Las Carboneras", al que vio nacer hace ya más de una década. De porte elegante y trato cercano, se aleja de la clásica gerencia altiva y que intimida más que invita al cliente y, con una sinceridad en vías de extinción en los tiempos que corren, nos da a elegir entre los cómodos asientos y mesas que rodean el tablao para comenzar la entrevista.
La gente pregunta por musicales, por monólogos, y qué pocas veces por tablaos ¿Qué está ocurriendo?
Desafortunadamente, los españoles hemos relegado la palabra "flamenco" a un tercer plano del ocio. Creemos que no vale la pena pagar dinero e invertir tiempo en algo que preferimos dejar a los extranjeros, que son los que vienen y quedan alucinados. Tirón de orejas de los de fuera sobre qué tenemos dentro.
Creen que van a ver algo bueno, lo saben. Pero cuando comparten la intensidad y la cercanía de los ocho artistas les cuesta describirlo con palabras. Sienten mucho más de lo que pueden expresar y, sobre todo, aseguran experimentar algo único.
Hablas de cercanía... ¿es importante? Porque no todos los locales sitúan el tablao tan céntrico y a la vista de todos.
El flamenco tiene que disfrutarse en un tablao cercano a los ojos del observador. De esta forma, los artistas transmiten el doble. En un teatro todo queda más frío pese a introducir un elenco mayor. Al final todos somos personas, y aquí todos artistas, desde el camarero al "cantaor". Con lo cual el cliente recibe un servicio eficaz por partida doble.
El cliente se va satisfecho con el conjunto de servicio, espectáculo y precio pero claro, cuando las luces se apagan, se marcha. ¿Influye vuestra buena situación (pegado a la Calle Mayor) para completar la oferta, el estar tan céntrico y dar al cliente el ahora y el después?
¡Cuántas personas salen con el subidón y la energía del espectáculo y quieren algo más! Y lo bueno es que estamos en pleno centro de una ciudad como Madrid, que ofrece múltiples oportunidades para continuar la noche.
¿Es posible la interacción del público con los artistas? Porque veíamos especialmente al público asiático quererse arrancar pero parecían detenerse por respeto.
Al contrario. No hay cosa que agradezca más un artista que la reciprocidad de su público, encontrar en sus aplausos y sus "olés" el premio a un trabajo bien hecho. Es una relación sincera y un código entre público y artista.
Ya sabemos qué ofrecéis a vuestra clientela pero ¿hay algo que pediríais a quiénes pagan por sentarse a degustar vuestra oferta?
Que no sea frío y que lo disfruten. Da igual los medios, recursos y orígenes de cada persona que entra por esa puerta. La persona mayor, el chico joven, con los bolsillos más o menos vacíos... queremos felicidad en nuestro público. Y queremos a todos entre ese público.
¿Visto un espectáculo, vistos todos?
En absoluto. Cada diez o quince días variamos los artistas con dos objetivos: favorecer su rotación por los diferentes tablaos y locales de todo el país y, por qué no, del mundo; y por otra parte, ofrecer al cliente una experiencia única sea su primera o su enésima vez. No nos conformamos con un evento estándar, apostamos siempre por la excelencia.
Enrique Ponce de León Martínez es director del tablao flamenco "Las Carboneras".