Es curioso cómo somos los
españoles a veces. Porque ni franceses ni italianos se olvidan de su patrimonio pese a copar la Torre Eiffel o la de Pisalas fotos de los turistas con las mismas poses de siempre. Al fin y al cabo, son símbolos inequívocos de su cultura y embajadores de piedra de cara al resto del mundo. Pero nosotros
preferimos relegar
tradiciones tan sagradas, emocionantes y pasionales como el flamenco a los
círculos “guiris”, en lugar de proclamar el orgullo que sentimos por nuestras
raíces folclóricas y disfrutar de una de las mejores ofertas que podemos
encontrar en toda España: la de los tablaos de Madrid.
Antes de que la
farándula, el “pantojismo” y el cotilleo más circense se consoliden como
nuestras reseñas culturales, haced un favor al país y a vosotros mismos y
dejáos caer por una de estas joyas culturales. El Tablao de Las Carboneras se convirtió en ese
tipo de cosas que, por muchos años que vivas y múltiples experiencias que acumules, jamás
olvidarás. Orgulloso de ser español.
Elijamos la mesa que elijamos, la visibilidad es perfecta en todo momento. |
Siete y media de la tarde.
Primera sesión de las dos diarias, seis días a la semana, que programa “Las
Carboneras”. Entramos y parece aquello una convención asiática; sonrío al
pensar en el inequívoco tufo a turista que desprende siempre el flamenco
-“¡óle… óle!” le gusta gritar al turista-. Una hora más tarde, mi semblante
caminaría a la tristeza al comprobar lo que los propios españoles y madrileños
nos perdemos por semejante prejuicio.
Todos ellos están sentados,
sonrientes y expectantes, saben que lo que van a ver puede que lo disfruten por
primera y última vez, así que, sangría en mano, aguardan a que comience el espectáculo.
Da igual donde hayan sido ubicados: la disposición del escenario es tan privilegiada como la
situación del tablao, compartiendo su rasgo más distintivo: céntrico. En un mapa
de la región, “Las Carboneras” se sitúan en pleno centro, pegaditos al “Mercado
de San Miguel”. En el local, el escenario dibuja un semicírculo en pleno centro
de tal forma que todos los asistentes gocen de excelente visibilidad durante el
espectáculo.
'Merchandising' de todo tipo aprovecha la fuerte demanda turística. |
Mientras éste comienza, tiempo
hay de maravillarse con la minimalista y llamativa decoración, a golpe de
chaquetas y vestimentas con artistas estampados en ellas –ornamentación de la
que, por cierto, cuelga una etiqueta que te dice por cuánto es tuya- o bien del
sublime servicio. Enrique, uno de los encargados del negocio y de sonrisa
eterna –invito al que consiga quitársela-, es un fiel reflejo del equipo que
comanda: siempre atento sin agobiar, dispuesto a atender cualquier demanda de
los clientes y, por supuesto, un trato cercano y diferenciado para cada
cliente, mostrando un interés real e individual por sus peticiones o historia.
No obstante, son muchos los que le cuentan cómo oyeron hablar de “Las
Carboneras” en la otra punta del mundo.
Pequeños detalles que engrandecen el local. |
Así es, la mayor parte del
público, especialmente en un pase en el que espectáculo y cena comienzan alrededor
de las 20 horas y finalizan a eso de las 22:15, es foránea y uno asiste
sorprendido a cómo el “boca a oído” es un incansable viajero capaz de recorrer
miles de kilómetros. Pero volvamos al asunto cena, pues una práctica
recomendable y obviamente ideal es llenar el buche para dedicar nuestros cinco
sentidos al espectáculo, y no intentar compatibilizar ambos. Los ocho artistas
que se suben al escenario merecen toda nuestra atención. Así pues, con tostas
desde 3,20 euros y raciones desde 11 euros, el comensal se deleitará con jamón
de bellota y queso brie o salmón ahumado y cebolla caramelizada, amén de un
generoso plato de huevos rotos. Como puedes comprobar, precios bastante
asequibles para tratarse de este tipo de locales, que contrastan con las
bebidas, desde los 6,70 euros que cuestan agua y refrescos en adelante.
¿Te gusta? Si quieres y puedes pagarlo, es tuyo. |
Un
consejo; la entrada al espectáculo incluye una consumición, y son muchos los que
aprovechan ésta para convertirla en acompañante de toda la cena. No se trata de
escatimar, pero tampoco de beber por beber a tales precios. Así pues, por
idealizar la velada, los 33 euros del espectáculo + consumición y los 10 por
cabeza que pueden resultar de la cena suponen una factura correcta y que
empequeñece al lado de lo que estamos a punto de ver.
Sangría, palmas, cante y taconeo. El turista se sorprende, el local se emociona. |
Porque los artistas salen, las
luces se apagan y, mientras voces y guitarras carraspean y afinan,
respectivamente, la expectación crece, incluso la ilusión por descubrir el
verdadero alcance de uno de los pilares de nuestra tradición cultural. Y
arranca. Comienza una sucesión de números a caballo entre el taconeo, el cante
y el rasgueo que logra abstraerte de todo cuanto te rodea. Ya no hay local
exquisitamente decorado, ni turistas agolpados en busca de nuestro tesoro
nacional, sólo arte y pasión.
La cercanía permite al artista transmitirlo todo a través de la expresividad. |
Da igual que seas un amante del género o un
enemigo del folklore, si al César le dimos lo que le pertenecía desde luego que
la Hispania que gobernó merece colgarse una medalla por semejante riqueza. No
olvidemos que casi 10 artistas están exhibiendo su “obra” a escasos metros de
nuestros ojos, reuniendo la fuerza expresiva del teatro con elementos del mejor
musical, “magia de cerca” que dirían los amantes del conejo y la chistera. Y
todo por la misma o inferior cantidad que la entrada a los espectáculos recién
citados. Sin duda merece reportaje y descripción aparte cada uno de los
números, pero por muchas y muy buenas que fueran las palabras nunca harían
justicia a lo que sentí. A lo que sentimos las más de 50 personas allí
congregadas. Así que de vosotros depende
convertiros –o seguir siendo- en uno de esos ilusos que viajan al extranjero y
exploran hasta el último rincón y costumbre del lugar y luego desconocen por
completo su entorno más inmediato (Madrid, tablaos, etc), o bien redescubrir tu
ciudad para toparte con uno de los legados culturales más llamativos y sonados
en todo el mundo y que, casualmente, nos pertenece. Porque España, más allá de
corrupción política y sindical, bipartidismo estancado, fútbol y crisis, es
arte. Porque España es flamenco.
Los protagonistas de la velada. |
No te pierdas nuestra entrevista a Enrique , responsable del tablao
“Las Carboneras”, muy ilustrativa sobre este tipo de espectáculos y locales. Próximo enlace aquí
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- El diseño del local apuesta por la máxima visibilidad y la mínima y exquisita ornamentación.
- El servicio, en nuestro caso con Enrique a la cabeza, le hace sentir a uno como si llevase el bolsillo lleno. Trato de jeque para todos los públicos.
- El espectáculo. 8 artistas a menos de 5 metros y durante 2 horas. ¡Arsa!
- El servicio, en nuestro caso con Enrique a la cabeza, le hace sentir a uno como si llevase el bolsillo lleno. Trato de jeque para todos los públicos.
- El espectáculo. 8 artistas a menos de 5 metros y durante 2 horas. ¡Arsa!
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-¿Dónde? Tablao Las Carboneras. Plaza Conde de Miranda, 1. 91 542 86 77. www.tablaolascarboneras.com
-¿Cuándo? Dos pases todos los días salvo el domingo: L a J, 1er. Pase; Cena a las 19:30 y espectáculo a las 20:30; 2do. Pase: Cena a las 22:00 horas y espectáculo a las 22:30. V y S, 1er. Pase: Cena a las 19:30 y Espectáculo a las 20:30. 2do. Pase: Cena a las 22:00 horas (presentación del artista invitado) y Espectáculo a las 22:30
-¿Cómo? Su céntrica situación facilita el acceso por transporte público (Metro L2 Ópera ) aunque también en vehículo particular (aparcar por la parte trasera de La Almudena o Calle Segovia).
-¿Cuánto? 33 euros espectáculo + consumición. En la cena, tostas desde 3,20 euros y raciones a partir de 11,40. No te engañes: pagas mucho más en ciertos musicales y conciertos y la experiencia es totalmente distinta.
-¿Dónde? Tablao Las Carboneras. Plaza Conde de Miranda, 1. 91 542 86 77. www.tablaolascarboneras.com
-¿Cuándo? Dos pases todos los días salvo el domingo: L a J, 1er. Pase; Cena a las 19:30 y espectáculo a las 20:30; 2do. Pase: Cena a las 22:00 horas y espectáculo a las 22:30. V y S, 1er. Pase: Cena a las 19:30 y Espectáculo a las 20:30. 2do. Pase: Cena a las 22:00 horas (presentación del artista invitado) y Espectáculo a las 22:30
-¿Cómo? Su céntrica situación facilita el acceso por transporte público (Metro L2 Ópera ) aunque también en vehículo particular (aparcar por la parte trasera de La Almudena o Calle Segovia).
-¿Cuánto? 33 euros espectáculo + consumición. En la cena, tostas desde 3,20 euros y raciones a partir de 11,40. No te engañes: pagas mucho más en ciertos musicales y conciertos y la experiencia es totalmente distinta.
Jesús Clemente Rubio