Varias cuerdas suenan al unísono, las vocales dando lugar al más bello "quejío", las de la guitarra formando el rasgueo más hermoso. Palmas sobre el cajón y al aire y en el suelo taconeo, rematando a soplo de flauta travesera la receta del buen flamenco. Os he hablado del arte más patrio sobre un tablao pero no en un teatro, con la exigencia de un público acostumbrado a otro tipo de obras, a otros ritmos... hasta que vieron "Flamenco Feeling". Cierra los ojos, tápate los oídos y olvida todo lo que has conocido porque esta obra ni se ve, ni se toca... se siente.
Seis bailaores ponen movimiento a la voz y melodías de los cuatro intérpretes que los acompañan: nada son los unos sin los otros, juntos son capaces de todo. Y todo lo dan: ya sea en números grupales como en espectaculares solos, hay para todos los gustos y colores: está la del salero que se mete al público en el bolsillo; la del arte a lo Lola Flores; la de la técnica depurada y, en los músicos, tanto lo mismo: el purista, el entregado, el artista, el poco y el muy ortodoxo.
Quizá nunca lleguemos a saberlo quienes nos sentemos en la butaca, pero imagino que para que tanto número con sólo un artista acaparando las miradas triunfe (con permiso del grupo de detrás) es necesario crear una atmósfera ideal. Y esa muchos pensarán que viene dada por la relación con el público, siendo éste en realidad el segundo paso: primero todo ha de funcionar allá arriba. Por eso disfruté tanto de la obra, porque notaba la admiración que sienten unos por otros, de los bailaores por la portentosa voz de la cantaora, ella deslumbrada por la velocidad de los dedos del guitarrista, éste agradeciendo la compañía del cajón y la flauta travesera, hermosa compañía de la percusión y los rasgueos. Cuando varios y extraordinarios artistas se maravillan unos a otros, es difícil que no terminen encandilando al público.
Hora y media en la que sólo eché en falta más números grupales, no por una escasa calidad de los solos (todo lo contrario, son sublimes) sino porque la excelencia estaba garantizada cuando al menos un par de genios taconeaban y bailaban juntos. Veréis que en estas líneas hay mucho sentimiento y poca descripción, quizá sea por mi básico conocimiento del flamenco, quizá porque más que explicar y detallar, en "Flamenco Feeling" se trata de sumergirse en la experiencia y dejarse llevar. No saques conclusiones, ni acudas con prejuicios: siéntate... y siente. Análisis escueto para nota abultada: ABSOLUTAMENTE recomendable y lo mejor, por ahora, del presente 2014.
otiuMMaximus
- Los intérpretes son exquisitos sea cual sea la materia: flauta, guitarra, cajón y voz sublimes.
- Imposible no maravillarse con la fuerza y pasión de los bailaores.
- El Ballet Flamenco de Madrid y la coreógrafa Sara Lezana han tejido uno de los mejores espectáculos del panorama teatral actual.
- Imposible no maravillarse con la fuerza y pasión de los bailaores.
- El Ballet Flamenco de Madrid y la coreógrafa Sara Lezana han tejido uno de los mejores espectáculos del panorama teatral actual.
otiuMMenester
- ¿Dónde? Teatro Fígaro Adolfo-Marsillach. C/Doctor Cortezo, 5. 91 360 08 29. www.gruposmedia.com
-¿Cuándo? L a las 18 y a las 20 horas y los M a las 18 horas.
-¿Cómo? Inténtalo en las calles colindantes, zonas azul y verde. En Metro, L1 (Tirso de Molina)
-¿Cuánto? Desde 15 euros. La mitad que cualquier tablao y el doble de bueno.
Jesús Clemente Rubio