Cuando un local lleva más de 40 años portando con orgullo un nombre, cuando la reserva se hace imprescindible en días como los fines de semana, cuando la mitad de los comensales han jurado fidelidad a una carta y a una mesa, las casualidades desaparecen. O´Grelo engaña en su fachada asegurando que es una marisquería, pues es mucho más; es uno de los mejores restaurantes de Madrid para degustar pescado, cuchara, carne y hasta cócteles y destilados de todas las partes del mundo. Más que una reseña gastronómica, hoy el artículo es de carácter histórico, y trata sobre el buen hacer de una familia que ha llenado el buche y satisfecho la exigencia de un par de generaciones. Hoy hablamos de O´Grelo, donde la buena mariscada es sólo una más de las excelencias de su mesa.
Amplios ventanales saludan al
viandante más despistado y a través de ellos uno no ve más que cabezas, un
estante de vinos y, si escudriña, la pecera donde habitan las joyas oceánicas
de su carta. En la entrada, primera duda sobre si ir a izquierda –mesas- o
derecha –barra y taburetes altos- pero descuidad, no os dará tiempo a pensar
demasiado. Enseguida el servicio dará la primera muestra de su extrema y
dedicada atención, de las que llegan justo a tiempo y nunca molestan, menos aún
saturan. Nos explican que ahora en barra podemos encontrar productos más
asequibles para todos los bolsillos y tiempos mientras que las mesas siempre
estarán ahí para la comida o cena distendida, el capricho, el gustazo que todos
merecemos. Así que optamos por el segundo, a sabiendas de que allí también
podemos probar lo servido en barra.
Oportunidad para mencionar las
amplias estancias destinadas a las mesas, con hasta dos salones que pueden
reservarse de manera privada sin coste adicional, eso sí, cruzando los dedos al
llamar para que no esté ya ocupado. La decoración, sobria y jugando con tonos
claros, ayuda a la luminosidad y amplitud. Y sí, por fin, llegamos a la comida…
En la hostelería no existen las
casualidades
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Nos sorprendemos hasta rozar la
extenuación por la enorme oferta de O´Grelo. Siempre hemos sospechado que carta
abundante, comida regular, y por fin hemos encontrado la excepción. Hablaríamos
de lo que no probamos porque a juzgar por los vistazos a otras mesas si sabía
como lucía el éxito está asegurado pero no será necesario; todo –TODO- lo que
degustamos estuvo, como mínimo, de sobresaliente.
Comencemos por un clásico en
nuestras líneas: el pulpo a la gallega. Hay locales que se empeñan en
suavizarlo en exceso, cuando su textura ha de ser de las que exigen dientes,
morderlo, para liberar todo el jugo en el paladar. Fue el caso. Tan exquisito
como el bacalao que, tanto en sus variantes a la miel como con setas, se
desmenuzaba con la misma facilidad con la que lo engullimos.
Inciso para
recalcar que, en esta ocasión, dicho plato era el protagonista de las
“jornadas” de O´Grelo, donde en función de la temporada se cuela un pescado o
marisco a un precio especial. Prueba de fuego: la lambrea, un
pescado que al primer contacto siempre gusta, pero en el regustín final su
amargura puede no ser del agrado de todos. Creednos que uno de los presentes
era tremendamente exigente en este aspecto y manifestó el placer de encontrar
un restaurante que respete su sabor.
Turno de berberechos al vapor y
pechinas donde el primero fue de categoría pero el segundo no tendría nunca
rival. Ambas son más que recomendables pero, sólo por gusto personal, las
pechinas son imperdibles, menester, el must-have
que dicen los ingleses. Y, claro… hay que hablar de arroz, de marisco y de
ambos.
ENAMORADOS del carabinero, que
nos devolvió la mirada cuando nos lo enseñaron antes de prepararlo, que nos
deleitó los sentidos una vez servido. Uno de los tesoros de la carta de O´grelo
también está a pequeña escala presente en el arroz y, si sois amantes del grano
pequeño, éste es vuestro plato.
Nos encantaría concluir de manera
dulce entre tanto salado, hablando de sus postres, pero nuestro estómago dijo
basta. Eso sí, amén de una variedad en este campo, también mencionar los casi
dos centenares de referencias de vino y las más de 120 de destilados,
detallados en sus respectivas cartas, y procedentes de todo el mundo. Toda una
declaración de intenciones de O´Grelo para convertirse también en templo del
copeo en el barrio de El Retiro.
otiuMMaximus
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El carabinero, en cualquier de sus formas.
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Las “jornadas” dedicadas a diversos productos.
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La variedad de sus cartas: comida, vinos y
destilados.
otiuMMenester
-¿Dónde? Calle Menorca, 39. Madrid. www.restauranteogrelo.com 91 409 72 04 (reservar con antelación para los fines de semana).
-¿Cuándo? De L a S de 13 a 16:30 horas y de 20 a 0:30 horas. D de 12:30 a 17:00 horas.
-¿Cómo? En coche prepárate para dar varias
vueltas, te recomendamos optar por parking. En Metro, L9 (Ibiza).
-¿Cuánto? Unos 60 euros por persona para una mesa
completa, unos 40 si optas por platos de barra y cenas.
Fotos y texto: Jesús Clemente Rubio