Vuelve el del todos a una en contraataques y defenda, el de las recuperaciones seguidas de galopadas, el dd Bale, Benzemá... Y James. Pero también vuelve la peor versión merengue, la de no atar los partidos, la del más a menos, la del de la sequía de títulos. Vuelve el Madrid.
La omnipresencia de James y la magia de Isco, los pases en profundidad de Kroos y Benzemá y las internadas de Bale. Todo parecía presagiar, con un Madrid que remataba siete veces más que el Valladolid, que el visitante no aguantaría y el gol llegaría. Pero Pucela tejió poco a poco una red a base de buena colocacion y excelenrw repliegue en el que poco a poco los movimientos blancos se volvieron más densos, torpes e imprecisos.
De hecho y pese a un esperanzador remate a la madera de Jovic no fue hasta el 84 cuando una genialidad a media vuelta de Benzemá ponía el balón donde pocos llegan. Parecía que el Madrid salvaría los muebles cuando los fantasmas sobrevolaron el Bernabéu y tras una buena jugada del Valladolid y un error garrafal de Kroos, con permiso del Courtois que poco gusta de abandonar el arco, el Real dejaba escapar los dos primeros puntos de la temporada... y en el Bernabéu.
Que vuelva el Real Madrid, que se vaya ésta su peor cara.
Jesús Clemente Rubio