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Hoteles en Costa Rica II: RIU y el verdadero Todo Incluido

Incontables son las veces que hemos escuchado, o peor, contratado un Todo Incluido que luego falta a su más pura esencia, a su nombre y denominación, a lo prometido. Añadidos en bebidas, añadidos incluso en ciertas reservas y restaurantes y pago adicional en deportes acuáticos, por poner sólo unos cuantos ejemplos. Pero cuando uno lleva más de 7 días pateando Costa Rica, cuando uno conduce cuatro horas al oeste del país en busca de las playas del Pacífico ubicadas en Guanacaste y alrededores, lo que quiere es un resort en el que le den todo hecho. Lo que quiere, lo que pide y lo que encuentra, y nosotros tuvimos la fortuna de hacerlo, es el complejo RIU. Con Guanacaste y Palace compartiendo multitud de bondades y destacando también por virtudes propias. Así fue nuestra reconfortante, placentera y divertida estancia en RIU Costa Rica.

Dormir y comer en RIU Guanacaste

Empecemos por el músculo que ha de componer todo cuerpo hotelero: el descanso. Las habitaciones de Guanacaste quizá asusten por su estética clásica pero si hablamos de amplitud, luminosidad, funcionalidad y descanso, no tienen parangón. Y por supuesto, higiene. Carta de almohadas y cambio de sábanas bajo demanda, baño equipado y espacioso y colchones y camas tremendamente confortables brillan por sí mismas, pero aún más a tenor de la exquisita limpieza. Estamos en un país con más de medio millón de especies y, sin embargo, pocas por no decir ninguna encontrarás en tu habitación. Y tenemos que insistir: silencio y descanso pese a las gigantescas estancias de gran acústica que posee el hotel ya desde su entrada y en cada uno de sus pasillos. 

Habitaciones amplias, servicio de limpieza exquisito y estancias enormes.

Sobre la comida, hablamos de 5 restaurantes en total; 4 temáticos y uno tipo buffet. Buffet que tanto en desayuno como en la comida -este último a pie de piscina y playa- tiene poco que envidiar al Palace y no desmerece como sí ocurre a la hora de comparar otros hermanos menor y mayor en esto de la hostelería hotelera. Que la tregua en la mitad de tu jornada la pases eligiendo entre varias estaciones de comida de todo tipo, sacudido ligeramente por la brisa marítima y con vistas a la playa es un regalo que hay que aceptar con orgullo y sonrisa.

Comer bajo la luz del sol y con vistas al mar es posible en el buffet de RIU Guanacaste.


 Pero aquí sólo queremos recomendaros lo mejor, y lo mejor es que os paséis por el temático carnívoro -que no es sino el traje de gala y nocturno que se pone el buffet de mediodía- y os pidáis una parrillada para dos. Cuidada variedad y selección, mimo en el cocinado y sorprendente sabor. Eclipsó por completo a la hamburguesa de Angus, que ya es mucho decir.  

Aunque el asiático y el gourmet nos gustaron, es menester destacar
el restaurante carnívoro de RIU Guanacaste.

Llenado el buche, refresquemos el gaznate. Un detalle que nos cautivó en RIU Guanacaste es que, al margen de los camareros que están constantemente pasando para satisfacer cualquier demanda puntual del huésped, se encuentre en el punto que se encuentre de la zona piscinera, también hay una suerte de barra portátil. Una trabajadora con un carrito pasará por nuestro lado para prepararnos in situ nuestro cóctel favorito de entre una larga ristra que, claro, es menor que la ofrecida en barra pero que se le aproxima notablemente. Y no te pierdas la recomendación diaria de cóctel: siempre diferente y sorprendente. ¡Elige tu favorito!

La idea del carro nos encantó. Se acabaron las esperas a los camareros.

RIU Guanacaste y piscinas para todos

Con una zona de piscinas alejada de los edificios habitacionales, uno puede pensar que RIU comete el error que otros alojamientos de separar demasiado ambos enclaves convirtiendo en una odisea cada paseo bajo el sofocante sol. Y quizá te dé algo de pereza en ocasiones pero, créenos, merece la pena la separación. Ventajosa para el descanso, como indicábamos anteriormente, y también para disponer en un puñado de metros varias piscinas en diferentes niveles y, casi diríamos, con usos también diversos.

Agradecerás la separación entre habitaciones y piscinas. 

 Un par de piscinas con tumbonas acuáticas ideales para adultos que quieren supervisar niños, una más alta para algunas de las actividades así como un interesante paseo entre rocas artificiales y, con permiso del "pool bar" sólo apto para mayores de 18 años, la guinda en forma de jacuzzi coronando todos los vasos. 


Piscinas para cada momento, gusto y perfil.

Notarás una presencia anormal de abejas pero, descuida, en pocos minutos aprenderás a convivir con ellas al percatarte de que lo que les mueve es lo mismo que a ti, goloso lector (el azúcar) pero ni se muestran ni son agresivas. Y por cierto, para que los desplazamientos se te hagan más amenos, echa un vistazo a las cunetas y arboledas, que seguro que verás más de una iguana, por mencionar sólo una especie. 

Mira a tu alrededor y disfruta del placer de dormir entre animales.


Animación y actividades para toda la familia en RIU Guanacaste y RIU Palace


Antes de pasar a los destacados del RIU Palace, detengámonos en los elementos comunes centrados, sobre todo, en la estupenda y completa agenda de actividades que nos tienen preparados los chicos de animación para que nuestra estancia en cualquiera de los dos hoteles nunca caiga en el tedio ni el aburrimiento. Encontrarás repartidos varios paneles táctiles e informativos con el programa de cada día, pero nuestra recomendación es que te descargues la app de RIU y así tendrás información actualizada al minuto para que no te pierdas nada. 




Dardos, bingo, mingolf para niños y adultos... y Calú.
Mucha animación, pura diversión.

Lanzamiento de dardos, volleyball, baile, minigolf, aquagym... la oferta es extensa y, salvo a la hora de comer y cuando ya cierran las piscinas, el resto del tiempo no dan tregua y si quieres puedes ocupar toda la jornada de actividad en actividad. Tú... y tus hijos. RIULand abre las suficientes horas para compaginar tus momentos a solas con los más familiares y, mientras, ellos se entretendrán con la búsqueda del tesoro, pintando, jugando al minigolf o viendo a Calú. Si quieres poner un punto más de ejercicio a tu diversión, ScubaCaribe posee un amplio abanico de propuestas acuáticas y algunas están incluidas en tu Todo Incluido (¿ves como es un verdadero TI?). Nosotros hicimos canoa y fue una delicia topar con un mar calmo y nadie más en los alrededores en un paseo familiar que quedó para el recuerdo. Y para quemar las calorías de más en los numerosos buffet y restaurantes, un equipadísimo gimnasio con amplio horario y multisala.




Gimnasio y canoas como parte del ejercicio previo al disfrute del amanecer en la 
playa en cuya primera línea se sitúan ambos hoteles: Matapalo.

Pero espera... ¡que aún hay más! RIU echa el resto y ubica a pocos metros de ambos hoteles un coqueto pero bien surtido parque acuático Splash! con zonas infantil y adulta y numerosos toboganes y tubos. Los más pequeños encontrarán un amplio recorrido de aparatología para todos los grupos de edad y los adultos, con permiso del resto que también es muy divertido, tienen que lanzarse por el tobogán verde y de mayor inclinación. Mucha velocidad y caída salvaje -tranquilo, no duele- en la piscina. ¡Pura adrenalina y, además, de libre acceso para huéspedes!


Acceso gratuito para huéspedes y zonas infantil y adulta. Splash! es de visita obligada.


Fiesta de la Espuma, White Party y RIULand en hoteles RIU Costa Rica

Si pensabas que la diversión en RIU Guanacaste y RIU Costa Rica terminaba con todo lo anterior, o cuando caía la noche, estás equivocado. Muy equivocado. Antes de sumergirnos en la oscuridad, te diremos que hay una fiesta de la espuma itinerante -se celebra en los dos hoteles en días dispares- y semanal que convierte la piscina en una nube escoltada por el equipo de baile y animación y a ritmo de la mejor música. Dos horas de gozo y disfrute aptas para toda la familia pero recuerda hacer como nosotros: si tu hijo es pequeño, la nuestra tiene 4 años, aúpale a lo más alto porque el nivel de espuma va subiendo y así no se agobia. Los tres disfrutamos de una atmósfera en la que el buen rollo y el baile contagió a todos los que nadamos entre espuma. ¡Una gozada!




La fiesta de la espuma es una verdadera locura. ¡Métete sin miedo!

Y ahora sí... se oculta el sol. Cae la noche. Y cuando parece que nada más nos espera al cierre del día más allá de los espectáculos nocturnos -de notable calidad- o las películas para niños en pantalla gigante, hay un destello blanco. Dos... un millar. Es la White Party de RIU que aquí concentra a todos los huéspedes en un solo escenario, el de RIU Guanacaste. Un evento imperdible durante tu estancia en este complejo hotelero costarricense donde podrás bailar y tomar algo por cuenta de tu pulsera -a diferencia de lo que ocurre en la cercana discoteca Pachá-, conocer a muchos huéspedes en la vorágine de la noche y desatarte por unas horas. Que la vida, al fin y al cabo y como decía Mafalda, se goza cuando uno se despeina. 

Para los más pequeños el show comienza sobre las 7 u 8 de la tarde, en función del hotel, y en él tratan de alternar juegos con canciones para que los niños se sientan estrellas por una noche. O siete. A lo mejor hasta una de ellas aparece Calú...





RiuLand para niños y White Party para todos... aunque poco a poco irán
quedando los adultos.

Dormir en RIU Palace Costa Rica

Venga, que después de tanta fiesta os ha entrado sueño. Hora de dormir... en RIU Palace. Con unas habitaciones que incrementan la sensación de espacio y luz gracias a su abundante color blanco en pasillos y habitaciones, techos y paredes, el precio a pagar es que siempre habrá algún que otro mosquito o "tico bicho" que te tocará echar o enviar a mejor vida para dormir plácidamente. Un mal menor porque no hablamos de insectos peligrosos ni picaduras importantes pero, si no quieres pasarte unos cuantos minutos cada hora rascándote piernas o brazos, mejor deshazte de ellos. 

Trabajar en el escritorio, ver la tele tumbado en la cama o jugar en el sofá. Posibilidades
de la suite junior familiar.

A cambio tenemos una estética mucho más moderna que en Guanacaste sin repetir, por contra, el absoluto silencio de aquél. Las habitaciones no son ruidosas, lo son los vecinos, pero sí es cierto que al margen de que el de al lado o enfrente sea más o menos civilizado los portazos se suceden no sabemos muy bien si por el juego de corrientes, por el peso de la puerta, los materiales... pero es algo más "movido" que su hermano pequeño. En cualquier caso descansarás y lo harás de manera confortable porque los colchones sí presentan idéntica comodidad y la amplitud es seña de identidad de todas las habitaciones,  así como la bañera con chorros. No te pierdas la suite bajo estas líneas, un pequeño palacete que si no fuera por las múltiples y atractivas propuestas que te aguardan fuera de tu habitación, harías vida en ella. Sensacional. 


La suite Senior es otra liga: salón, dormitorio y baño enormes y jacuzzi en la terraza.

Comer y bañarse en RIU Palace

Hace poco menos de un año escribimos sobre el RIU Palace de Punta Cana. Y como nos costaba sacarle alguna tara, apuntamos como "pero" las distancias, gigantescas, entre edificio de recepción y hall principal, escenario de espectáculos, etcétera y las piscinas. De poco parecía servir el colocar una majestuosa y cuidada pieza de jardinería y fuentes seguido del edificio y hacernos sudar la gota gorda antes de llegar a piscinas y playa. 

El RIU Palace y sus piscinas pronto saludan al huésped. Un acierto disponer tanto vaso.

No sabíamos entonces que había otro RIU Palace que desterraba esta falta de pragmatismo y ubicaba, en ese mismo lugar donde otros situaban una fuente, la primera de las 5 piscinas que bañan el recinto. Un verdadero desahogo para el huésped acalorado y perezoso porque, al fin y al cabo, estamos de vacaciones. Y si hemos de hacer ejercicio que sea por elección, no por imposición. Es uno de los dos rasgos más notables de RIU Palace; el otro es el gastronómico. 




Con tanta piscina difícilmente encontrarás uno de los vasos saturados.

Sus restaurantes temáticos sí posee ese añadido de calidad con respecto al hermano pequeño, Guanacaste y, como acabáis de leer, allí las mesas ya eran de altura. Aquí el italiano, que además funciona casi como restaurante 12 horas, ofrece la mayor parte de la jornada hábil multitud de propuestas del país de la bota y otras más comunes, siendo el complemento ideal al lounge 24 horas, donde bocados salados y dulces de calidad satisfacen al comensal a deshoras, e incluso la cafetería, con piezas de tarta, repostería y también alguna propuesta salada para los que desean relajarse ante el portentoso ventanal con vistas al hotel y la playa. No os perdáis tampoco el japonés, con algún aderezo asiático y cuyas gyozas, arroz, tallarines y tempura nos supieron a gloria. La opción gourmet no se queda atrás gracias a suculentos platos como el arroz de camarones o el solomillo. Cada restaurante, una experiencia. Cada bocado, una razón más para elegir RIU Palace.




Los temáticos exhiben emplatado y calidad en ingredientes y cocinados.

¡Si es que hasta el buffet brilla con luz propia en desayunos y cenas, con una vasta oferta de todo tipo de productos para que el paladar más exigente, el más raro, el menos tolerante, tenga aquí cabida y su debida recompensa vacacional! Aquí comer siempre es un placer.

Una millónesima parte de lo que uno puede desayunar en RIU Palace.


Y recuerda que, a tan sólo 30 kilómetros del complejo RIU en Costa Rica, se encuentran algunas de las mejores playas del Pacífico. Puedes leer sobre ellas, así como el resto de nuestra aventura en el país de la Pura Vida, en el resto de nuestras guías de Costa Rica:


Jesús Clemente Rubio