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El nuevo distrito madrileño se llama Tequila 1800

 Cómo no conocer uno de los mejores tequilas que se prodigan en nuestro país, con permiso de los más difíciles de encontrar en locales Patrón y Don Julio. La apuesta de Tequila 1800 por la capital es tal que han creado un distrito compuesto por diversos bares donde degustar uno de los combinados llamados a reemplazar en fama, y por méritos propios, al clásico Margarita: el Paloma. Nosotros fuimos a La Zanta para probarlo y, amén de una comida que acompañó a la perfección, redescubrimos este cóctel cuya genialidad, sospechamos, es fruto no sólo del 1800 sino de la maestría de los propietarios de este local.



Tacos al pastor o de chorizo. Si no te decides, prueba los dos.

Un local que ya sorprende con sus enormes marcos de la Santa en cuestión que tan pronto reza como sujeta pistolas. Y en esa transición gamberra quizá esté un buen Paloma de los que nos prepararon a golpe de zumo de pomelo, lima y, por supuesto, Tequila 1800. Por fin topamos con un cóctel basado en la bebida más mencionada en canciones en la que la garganta no sufre por el paso de una excesiva dosis de alcohol, pero el paladar tampoco echa en falta un tequila diluido en otros brebajes. El equilibrio es perfecto y da cuenta de las posibilidades de la bebida más allá del Margarita que, lejos de menospreciar, también ensalzamos como uno de los combinados favoritos de la barra madrileña. 

La Zanta hace buenas flautas, pero extraordinarias quesadillas.

Distrito 1800 ruta Tequila Madrid

Un Paloma que acompañó a los tacos al pastor -la carne de cerdo y la costra de queso resultaron tremendamente adictivas- y los de chorizo, quizá más deslucidos sin queso u otro acompañamiento, pero igualmente deliciosos. Antes habíamos apostado por unas flautas de ternera muy recomendables y algo picantes, pero si tu cuerpo no rechaza especialmente este tipo de comida celebrarás haberlos pedido. Pero si tenemos que elevar un bocado a la categoría de "favorito" es la quesadilla, de textura, cocinado y relleno espléndidos y que hace flaquear a otras que hemos probado en distintos restaurantes mexicanos... y derrota estrepitosamente a los intentos de cadenas conocidas. 

'Sólo buenas vibraciones'... con Paloma en mano.

La tarta tres leches, casera y nada empalagosa a diferencia de aquella que probamos en nuestro viaje a Costa Rica, completó nuestra primera incursión en el distrito Tequila 1800 de Madrid. "Claro, es que la nuestra es mexicana", nos dijeron los propietarios... como en el cóctel, sospechamos que no todo tiene que ver con nacionalidad o materia prima sino también con el que se pone entre fogones. Por eso volveremos a y recomendamos La Zanta. 

Para terminar... tarta tres leches.

Más información en https://www.distrito1800.com/

Jesús Clemente Rubio