Héctor Urién se metió a casi 70 personas, la mitad niños, en el bolsillo en apenas 60 minutos. Y no lo hizo con números circenses, ni musicales de Disney, tampoco con tramas de superhéroes... lo hizo con mitología griega. Creo que también nórdica, pero eso lo dejamos para otra ocasión. Sabíamos que en OFF Latina cierto actor se subía al escenario con el reto de entretener a niños y adultos con los relatos de Homero, la historia de Dédalo y su hijo o la valentía de Teseo. Lo que nunca habríamos imaginado es que, concluida la obra, el único lamento de los presentes fuera que no hubiera una historia más, unas cuantas palabras, gestos y expresiones de Urién para asomarnos a las deidades de la antigua Grecia. El profesor que siempre quisimos, ése que nos habría enganchado a cualquier materia, está en el escenario de OFF Latina... y créenos, es una clase que no querrás perderte.
Una mesa, un pequeño cofre y un actor. Nada más sobre el escenario. Y sin embargo siempre lo sentimos lleno gracias a la pasión que Héctor Urién puso desde el primer minuto cuando comenzó a hablar de Creta y del rey Minos. Utilizando herramientas didácticas como la reiteración vestida con onomatopeyas y movimientos repetidos por todos a modo de coreografía. Y una verdadera pasión por la interpretación y, diríamos, por la enseñanza. Porque Urién no cuenta historias, ni ejecuta un libreto teatral, Urién imparte una lección magistral en contenido y continente sobre mitología griega. Con mucha interacción desde el sitio y pequeños chispazos sobre el escenario, pero siempre encandilando y atrapando a niños y adultos.
Dédalo e Ícaro, Ulises y el cíclope, el laberinto del Minotauro... el qué con un trabajado traje del por qué sin detenerse en datos y detalles inútiles y que emborronarían la puesta en escena, como el cuándo. Interesan el mensaje y el desarrollo de los acontecimientos para llegar a él... y Urién lo sabe. Además tres fuimos, y los tres muy satisfechos porque cada uno eligió como favorito uno de los relatos. Lo que da cuenta de que todos gozaron de una excelente transmisión y ninguno adoleció de relleno o prisas innecesarias. Divertido, directo, humano. Separando el grano de la paja, huyendo de artificios y centrándose en el impacto que un escenario y un artista pueden tener en un público receptivo y ansioso por escuchar una buena historia. La mitología griega las tiene... pero nadie las cuenta como Urién. Próxima parada: mitología nórdica... que es como la griega, dice el actor, pero con más frío.
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Jesús Clemente Rubio