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PortAventura World, hecho para recordar

 Un destino que son seis, un complejo que son tres. Gracias a los trenes de alta velocidad y bajo coste Port Aventura está a unas 2 horas y media, contando traslado desde el AVE de Tarragona a la zona de marras, de la estación de Atocha. Con la logística solucionada, queda asomarse a sus principales virtudes para convencerse de que un paseo por el parque de parques de España es en sí, más que una escapada, unas completas vacaciones con resort, entretenimiento y gastronomía. Un destino que son seis porque China México, Mediterráneo, Polynesia, el Lejano Oeste y el mundo de Barrio Sésamo te aguardan en 105 hectáreas de parque. Un complejo que son tres porque no sólo está PortAventura Park sino Ferrari Land y Caribe Aquatic Park, amén del hotel o resort que elijas y que merece mención aparte por instalaciones y servicios. Así fueron nuestros cuatro días, como nos diría casi desde el primer minuto nuestra hija mayor, "divertidos e inolvidables". Al fin y al cabo estamos ante un parque hecho para recordar. 


Los espectáculos son otro punto fuerte de PortAventura. El de Divas es sublime.

Será difícil olvidar tu primer cara a cara con el que fue santo y seña del lanzamiento del parque, Dragon Khan, desplazado ahora por el vertiginoso Shambala. O la cara de tus hijos al topar con un área infantil en, prácticamente, cada uno de los mundos que despliega Port Aventura. La satisfacción de poder alcanzar la altura recomendada para atracciones más atrevidas y, por supuesto, el aliciente que ponen los top de Europa como Red Force en Ferrari Land o King Khajuna en el Caribe Aquatic Park. Incluso reponer fuerzas y descansar son dos experiencias igualmente reseñables en el complejo fiscalmente repartido entre Salou y Vila-Seca. Pero como a nosotros los tributos nos dan igual y la única organización territorial que nos importa es la del parque, vayamos con él.

Nos dejamos muchas buenas atracciones en el tintero. Crazy Barrels es una de ellas.


Un parque sacado de postales de todo el mundo

Tan cierto es que las comparaciones son odiosas, como que resultan inevitables. Y sin decir al pecador digamos que el pecado de otros parques que siempre han apelado a los titulares y el autobombo es que, en sus generosas dimensiones, dejan abandonados esquinas, rincones y zonas privadas ya no de atracciones, sino de pequeños detalles que, sin duda, completarían el boceto temático que pretende el parque. En nuestra última experiencia en Disneyland París te relatamos, orgullosos y satisfechos, lo mucho que disfrutamos de la filial francesa del parque norteamericano porque, con mentalidad estadounidense, traslada a cada metro cuadrado de parque el universo Disney. PortAventura World hace lo propio con una China repleta de idiosincrasia asiática, un México con acento y parafernalia del país vecino de Estados Unidos o un Mediterráneo que nos recuerda el tesoro mediterráneo que aguardan las costas catalanas. El broche es llamativo para los niños y nostalgia pura para los adultos, con un Sésamo que nos robará alguna que otra lágrima y evocará un buen pedazo de nuestra infancia. Sobre el itinerario, habréis leído una y mil veces que nada más entrar lo recomendable es correr hacia el Furious Baco, de ahí sal Shambala o Dragon Khan y ya más tarde, por su apertura tardía, a Stampida, Diablo y otros menores. 

La recreación de cada mundo es espectacular. Disfruta también del paseo por el parque.

Eso para los adultos; los infantes siempre habrán de dirigirse a Sésamo y su Street Mission. Nosotros no negaremos la mayor, pero sí os diremos que los días que no haya mucha afluencia habrá momentos valle a lo largo del día aprovechables para volver a las mencionadas, y que los de picos de visita os dará prácticamente igual lo que hagáis porque, salvo la primera atracción, el resto de las mencionadas -salvo Street Mission, que en muchos momentos tiene una asistencia menor- escalarán a la hora de espera en pocos minutos. Así que hacednos caso: compensa y mucho escaparte en temporadas que incluyan, al menos, un día de menor afluencia y ése aprovechar para hacerte con el pase exprés y montarte una y otra vez y hasta la saciedad en las principales atracciones. En el caso de los niños, salvo en épocas muy familiares, si te escapas en otros momentos los mayores no harán uso de esas atracciones con lo que los más pequeños disfrutarán de los Potrillos, las Canoas o los coches de choque del Oeste sin prácticamente esperas. Ahora sí, nos metemos en faena. He aquí nuestros imperdibles para adultos y niños (de más de 1,10 metros) en PortAventura:

Las atracciones imperdibles a partir de 1,40 metros en PortAventura Park

Sí os daremos un orden ideal -aunque Stampida abre más tarde- de nuestro "Big Four": Stampida, Furious Baco, Dragon Khan y Shambala. Una pirámide emocional creciente que comienza con la velocidad y subidas y bajadas de la montaña rusa amaderada del Salvaje Oeste -elegid los vagones rojos- que mantiene una velocidad y tensión constantes. Lo cual contrasta con el Furious Baco, en Mediterránea, donde un chiflado os utiliza en su experimento para transportar barricas de vino. Éstas van sobre los raíles, vosotros colgando de ellos y con los pies al aire en un arranque de plausible aceleración y giros al límite del suelo, el techo o los objetos...uno ya no sabe dónde se anda. Más corta que la primera pero mucho más intensa. 

En la foto se adivinan el Furious Baco -raíles azules- y, a lo lejos, Red Force. En portada
puedes ver Dragon Khan y Shambala.

Subiéndonos a lomos del dragón chino, del referente de PortAventura hasta que llegó cierta expedición al Himalaya, Dragon Khan recuerda al Batman de la Warner por el "maltrato" al que somete al cuerpo, con giros constantes y bruscos aderezados con los divertidos lupin -hasta ocho inversiones- y una duración más que reseñable. Pasarán los años y aguantará el tipo porque, es innegable, es una de las atracciones que toda persona debe probar al menos una vez en la vida. Esa vida que parece que se te va cuando estás afrontando la subida de más de 70 metros de altura de Shambala, la mejor entre las mejores de PortAventura Park, con una primera caída de vértigo y varias cimas que te suspenderán en el aire y te harán gozar al tiempo que te aproximan al eterno sueño humano de volar. Nada brusca en giros y saltos, muy cómoda y entretenida, una de las atracciones definitivas.


Las atracciones imperdibles a partir de 1,10 metros en PortAventura Park

Claro que los pequeños que no lleguen al 1,40 exigible en las anteriores, también en el Tutuki Splash que sigue empapando en sus descensos, tienen también una nutrida oferta de la que, hacednos caso, no privéis nunca a vuestro audaz hijo. Tampoco obliguéis al que no se vea preparado. El Salto de Blas, una suerte de lanzadera manual, y el Tami Tami, una pequeña y breve montaña rusa, calentarán a vuestros hijos para lo que les espera en el oeste, con un Tomahawk igualmente breve pero tremendamente divertido, y el Tren de la Mina, el Diablo mexicano, una de las atracciones más largas del parque con casi tres minutos de subidas, bajadas y giros que suponen un bautismo para los niños en este campo.

Montañas rusas, coches de choque, sillas voladoras... múltiples opciones para niños.

 Por supuesto, y volviendo al principio, Street Mission es menester por la oscura ambientación ayudada con realidad aumentada y virtual, el "pique" de disparar y acumular puntos y los entrañables personajes de Barrio Sésamo. El resto de atracciones por supuesto que es disfrutable, así como destacables el área infantil de Sésamo y la de China, con atracciones a su vez integradas en ella, pero las arriba mencionadas engancharán a vuestros hijos. 

Las áreas infantiles están muy bien equipadas y repartidas por el parque.

Y no, no nos hemos olvidado de la acuática por excelencia para ellos y para todos, pero es que queremos que os quedéis con el regustín final de una de las que más nos entretuvo y sorprendió como son "los troncos", la Silver River Flume, que sin empapar como el Tutuki sí supera con creces a Angkor -que sólo merece la pena si os picáis en grupo unas barcas con otras para mojaros y demás- y los rápidos. Claro que si lo que querías era refrescarte y estar a remojo... olvídate de PortAventura Park y, en el acceso al parque, desvíate a la entrada que reza "Caribe Aquatic Park", otra de las agradables sorpresas que nos llevamos en nuestro viaje.

Angkor -en la foto- y los Rápidos están bien, pero Silver River Flume es la mejor.


Toboganes para todos y un top europeo en Caribe Aquatic Park

Imaginad un Aquopolis de Villanueva de la Cañada con número de toboganes y atracciones semejante pero comprimido en mucho menos espacio. El resultado es un parque acuático de cómoda visita para toda la familia y multitud de opciones, amén de unos tiempos de espera inexistentes y una variedad notable. Apenas comprobamos un viernes a primera hora que PortAventura Park estaría lleno, supimos reconducir la jornada con acierto apostando por el parque acuático y nada más ingresar y ver, ya a nuestra derecha, que hay una subsección cubierta por si el día empeora nos dio la razón en nuestra decisión. Zona que también tiene toboganes para los más altos pero también para los más bajitos y multitud de socorristas, convenientemente presentes y repartidos por todo el parque. 

La Sésamo Beach es una gozada para niños y adultos.

Pero nos hizo un sol de justicia, así que nos establecimos en una de las decenas de sillas y tumbonas que esperan con o sin sombra a ser ocupadas y, tras establecer un grupo de ellas como nuestro campamento base, nos montamos en TODO con nuestra hija de 1'10 salvo en dos toboganes del barco pirata y ya el par de toboganes salvajes que premian al usuario con experiencias diferentes y memorables. Partamos de estos últimos para hablaros del King Khajuna, rey de reyes en Europa con sus 31,5 metros de tobogán "body slide" (con el cuerpo, sin flotador) y cuya inclinación puedes apreciar una vez estás arriba... entonces muchos se dan la vuelta. Tú no lo hagas. Tírate y luego puedes agradecernoslo. Porque el viaje de apenas 5 segundos es bestial y muy adictivo. A su lado y con algo menos de altura y más curvas, otro tobogán resulta menos vertiginoso pero más entretenido por sus "saltos" que llegan a despegar tu espalda del tubo. Y habida cuenta de ambos, como decimos, el resto son disfrutables solos o en compañía de un adulto por casi casi los más pequeños. 

Sí, nos lanzamos por semejante barbaridad. Y disfrutamos muchísimo.

El torrente con su flotador multipersonal y que no tendrás que subir manualmente antes de utilizarlo en una bajada que parecerá que te saca del circuito en más de una ocasión. Mucho más divertido para los que caen de espaldas, claro. Otros dos toboganes para flotadores individuales o dobles con recorrido casi idéntico si bien uno es tapado y oscuro -tubo- y el otro más abierto al estilo tobogán. Ambos escoltan a un último par de toboganes de cuerpo deslizante en el que nuestra hija de 1'10 se lanzó sola -no es posible con adultos- y no paró de hacerlo hasta que llegó la hora de comer. En nuestro caso el parque abría de 10 a 18 horas, pero a eso de las 16 ya estábamos tan exhaustos como satisfechos de los numerosos "viajes" que habíamos realizado en cada una de las atracciones, incluida la piscina de olas y el barco pirata en la Playa Sésamo con cuatro propuestas de toboganes para niños de 1'10 y 1'20. 

Un descubrimiento que nos hizo lamentar el sino de aquellos que deciden prescindir de la apuesta acuática de PortAventura pensando que es una añadido más con poco que hacer y mucho que pagar. Cuando es, precisamente, todo lo contrario. Nosotros lo clasificamos sin miramientos como IMPRESCINDIBLE, tanto como la fuerza roja. El Red Force del mundo basado en una de las escuderías más prominentes de la Fórmula 1 y marcas de los turismos de lujo. Los del caballo rampante. 

Ferrari Land y la atracción definitiva

Con una aceleración de 0 a 180 en 4 segundos y una altura de 112 metros, Red Force es la atracción definitiva. Al menos en España, al menos en Europa. Récord en ambos parámetros para una experiencia que dura 30 segundos pero te premia con el mejor medio minuto que pasarás en tu escapada a PortAventura World, eso sí, recuerda, está en otro parque.

No te dejes intimidar por Red Force. Simplemente sube y disfruta.

Porque en torno a esta bestia mecánica se erige el Ferrari Land, la tierra del caballo rampante, con un ejemplar del último modelo de calle lanzado por la marca italiana expuesto, dos simuladores que recomendamos sólo si no tienes mucha cola por delante y una Maranello Race divertidísima y coqueta. Ojo que los pequeños también cuentan con varias opciones entre las que sobresale la Mini Red Force, por supuesto alejada de los números de su hermana mayor pero con unas curvas y giros que engancharán a los pequeños de la casa. 

La mini Red Force sorprende por su diversión.

Sí, en la estampa del parque aparecerá al lado de la imponente Red Force y el "escudo de armas" lo que parecen dos pistones que albergan sendas lanzaderas: una de caída libre y otra de caída con rebote. Recomendables por supuesto, pero nosotros optamos por repetir una y otra vez en Red Force -cola de máximo 20 minutos- hasta que nuestros órganos dejaron de ocupar su correspondiente lugar. Porque la ocasión, la atracción y la vida lo merecen. 

Una de nuestras excusas para volver... Uncharted aún no había inaugurado.

Amanecer en el Lejano Oeste y comer como reyes

No nos hemos olvidado de Uncharted... pero cuando fuimos nos quedamos con la miel en los labios porque la atracción basada en el videojuego de Nathan Drake no abría hasta la semana siguiente... aunque es innegable, vistas las primeras impresiones, que es tan recomendable como los "Big Four". Sí utilizaré la última incorporación de PortAventura Park para hacer alusión a una de las muchas ventajas de hospedarse en uno de los resorts de PortAventura World, en nuestro caso, el Hotel Gold River. Su localización entre la citada Uncharted y Stampida es privilegiada y recompensa al huésped con un acceso directo al parque cuando el resto de los mortales, salvo los que compartan hotel contigo, están accediendo por Mediterránea. Lo que permite sacar, a la postre, unos cuantos puestos de ventaja en las colas de las principales atracciones. Pero Gold River es mucho más.

Dormir en el Hotel Gold River es hacerlo en una película del Oeste.

Porque otra de las ventajas de alojarte en uno de esos seis maravilosos mundos recreados en el parque es que la recreación se extiende al hotel... y de qué manera. Dormirás y despertarás en el Salvaje y Lejano Oeste, mirarás por la ventana y sólo las atracciones del fondo y los gritos de los que en ellas montan te sacarán de la fantasía en la que te sumerge el trabajado entorno. No queremos ni imaginar lo que tiene que ser hospedarte en la Mansión de Lucy, a tenor de lo vivido en Gold River por ambientación y localización pero también por el espectáculo nocturno, las habitaciones tremendamente limpias y confortables camas así como un silencio que, en nuestro caso, estuvo roto por unos malos vecinos de los que enseguida se encargaron los chicos de recepción. Su diligencia, por cierto, equiparable a la de los botones y resto de personal, cuya bienvenida es digna de enmarcar por asesoramiento, sonrisas y empatía. 


Pero nada de lo mencionado, a pesar de cuanto lo hemos exaltado, es equiparable a los elogios que merecen y ahora destinamos a una faceta que nos deslumbró... la gastronomía. El marketiniano nombre de Delion Experience encierra una apuesta casi inédita en hoteles de 4 estrellas y, tras probar muchos, podemos deciros que también 5 estrellas. Si los desayunos son variados y buenos, con primeras marcas y opciones pecaminosas pero también saludables, las cenas son ESPECTACULARES. ¿Sabéis cuántos arroces y paellas he tenido la oportunidad de probar en buffets de hoteles de 4 estrellas en adelante? Decenas. ¿Sabéis cuántas han superado el suficiente? Ninguna. Hasta ahora. Hasta que probé los arroces negro, a banda y paella mixta del Hotel Gold River, por comenzar por algún bocado. Cierto es que hay turnos pero también que son flexibles si necesitas más tiempo, y no sé si necesitarlo pero sí lo emplearéis para recorrer todas las opciones que ofrecen en cada cena y que presentan un aspecto y sabor extraordinarios... se diría que es un buffet pero a la carta y preparado casi al momento. La tasa de reposición es enorme, las marcas empleadas de primera (Nutella, Danone, Frigo) y encuentras un cúmulo de pequeños detalles (helados variados de Frigo de postre e ilimitados, gambones, carnes y pescados a la plancha de calidad y no los secos y de dudosa calidad de otros buffetes, estación de repostería y postres digna de la mejor pastelería, entrantes que bien valen toda una cena con hummus adictivo y pequeños y elaborados canapés...) que hacen grande, gigantesca la faceta gastronómica.

La propuesta gastronómica de Delion Experience es extraordinaria. 

 Si reponer fuerzas tras patear 105 hectáreas de un lado al otro siempre es gratificante, imaginad hacerlo de esta forma y con una mesa digna de un restaurante de sobresaliente calidad. Sabéis por estas líneas y nuestras reseñas gastronómicas que somos tan exquisitos como exigentes, nos encanta comer pero también la buena comida, y aquí encuentras ambas cosas. Cantidad y calidad. La guinda a un pastel que comenzó con velocidad en un vagón, pasó por atracciones infantiles y espectáculos familiares y, tras remojón en el Caribe y pilotar un Ferrari, finalizó con una cena de ensueño y un sobresaliente descanso. La que nació como "La Aventura de tu Vida" es ahora la experiencia "Hecha para recordar". Y ambos eslóganes son válidos. Toda una aventura digna de un bonito recuerdo vacacional. En el futuro nos esperan eventos estacionales como Halloween o Navidad.


Más información en https://www.portaventuraworld.com/

Jesús Clemente Rubio