Es un cinco estrellas pero no lo veréis anunciado a bombo y platillo en miles de guías y panfletos. Tiene todas las comodidades y facilidades pero resulta imposible colgarle la etiqueta de "resort", visto como ha evolucionado el concepto en los últimos años. Y no tiene Estrella Michelin -por ahora- pero sí que la famosa guía se ha hecho eco mención de su cocina y promete hacerlo con la reapertura de uno de sus espacios gastronómicos. Baobab Suites es uno de esos lugares con los que muchos sueñan con pasar tan sólo una noche y, los que pueden permitírselo, no dudan en reservar año tras año su estancia atraídos por la exclusividad, el confort, el aislamiento y la desconexión pero, sobre todo, por lo sencillo que resulta hacer de cada una de sus suites tu nuevo hogar durante un puñado de días... e incluso imaginar con que esa temporalidad se convirtiera en definitiva.
Una distribución perfecta y la combinación de blancos y volcánicos destacan en Baobab. |
He aquí un tramo de la terraza y la habitación de matrimonio. En Instagram os dejamos el resto en un vídeo de ensueño. |
Ni qué decir tiene que los amaneceres y atardeceres desde la terraza o, mejor aún, desde el jacuzzi instalado en ella -y que funciona a la perfección, con una interfaz sencilla y convenientemente detallada- con vistas a Adeje es una de esas experiencias y momentos que se le quedan a uno grabados. Pero no fue el único. Vamos con la gastronomía.
Kar Bon y el gusto por la variedad
Kar Bon es el golpe en la mesa que necesitaba dar la cocina canaria para reivindicar la calidad de sus preparaciones e ingredientes, la importancia de defender el kilómetro cero en la materia prima y la necesidad de abrirse al mundo sin complejos y sabedor de las capacidades que cada uno tiene. Inaugurado este mismo mes de diciembre, fidelizó desde su primer día a decenas de comensales que han repetido en días y semana posteriores, y lo ha hecho con una apuesta entre fogones que incluso se atreve con el primer espeto en todas las Islas Canarias. Algo que sobre el papel y en términos de marketing tiene un impacto tan grande como corta su vida si luego no le acompaña la debida calidad. Aquí sí lo hace gracias al buen hacer del chef Máximo Concepción y el asesoramiento de Juan Carlos Clemente, que más quisiera yo que hubiera parentesco entre un servidor y tamaño y reputado adalid gastronómico.
Unos tomates y unos panes bastan para percibir la calidad de Kar Bon. |
Sardinas enormes, así se las gastan en Canarias, que distan de las clásicas del espeto, pero con intenso sabor y servidas en generosa ración. Y con un enorme aroma al fuego y la brasa que protagonizan esta reconexión con nuestra esencia que es Kar Bon. En esa sencillez está el gusto, desde la cesta de panes y las salsas y guarniciones para mojar hasta la ensalada de tomates que saben, huelen y lucen como tomates, y no como productos manipulados y tergiversados por mil químicos. De la tierra y de la huerta, del mar a la brasa pasando por los arroces... y las carnes. Las costillas de cochino negro glaseadas con miel y cacahuetes están tiernas y son adictivas, ayudadas por la salsa mencionada y tan bien trabajada, que sabe ceder protagonismo a la carne cuando el paladar lo pide.
Del mar y de la tierra a la brasa. Kar Bon destaca en las preparaciones al fuego. |
La leche asada a la brasa con helado de pieles de limón cerró una velada que, entendimos, muchos quieran repetir para explorar el resto de la carta...nosotros nos quedábamos sin días, así que decidimos asomarnos otra noche, tras observar el atardecer a golpe de rico cóctel, desde la primera planta del Baobab, el BB Lounge, con un picoteo de altura.
Pide tu cóctel en BB Lounge y siéntate a observar el atardecer. |
Croquetas con huevo de codorniz, piruletas de calamar, jugosas hamburguesas e incluso los que no figuran en carta -lo del salmón a la plancha fue un escándalo, sublime- nos recordaron que tantas opciones gastronómicas posee Baobab para cenas como para desayunos... porque qué desayunos.
El picoteo de BB Lounge es otra excelente manera de terminar nuestra jornada. |
Bufé, a la carta o 'a domicilio'
Bajo la planta principal de Baobab nos espera un bufé con estación de smoothies y zumos de fruta a la carta, varios platos salados y con diversas presentaciones a base de huevo, salchichas y otros rincones como el de los cereales y la repostería. Como en el resto de espacios gastronómicos del hotel, un servicio de primera y siempre atento para la comanda y, a petición del huésped, el asesoramiento.
Bufé o 'a domicilio', tú eliges. |
Por si ese día preferimos disfrutar de nuestro "nuevo hogar" podemos optar por las boxes o cajas de desayuno, a elegir entre la completa y la reducida, más golosa y enfocada al público infantil. No en nuestro caso, donde una niña de 6 años disfrutó y de qué manera de una completa caja con múltiples opciones saludables como el aguacate, fruta variada y ensaladas de lechuga y tomate, tostadas con aceite y, de nuevo, tomate o bien la tentación dulce con mantequilla, mermelada y un par de piezas de repostería. Todo ello bajo la atenta mirada del Astro Rey que comienza a asomar tras las montañas. Una última opción es retornar al BB Lounge para elegir desayuno a la carta, igualmente recomendable.
Descuida, el desayuno a la carta es también una estupenda opción. |
Piscina climatizada y equipado gimnasio
Basta cruzar una calle para toparse de lleno con la oferta deportiva de Baobab. Gimnasio incluido, con unas instalaciones que funcionan también para el resto de locales y personas ajenas al hotel que lo eligen por su nutrido equipamiento, y volviendo al hotel una piscina climatizada que jamás registra multitudes -muchas suites tienen piscina propia- y que además está adaptada para personas con movilidad reducida.
Te faltará tiempo para explorar todo el gimnasio. |
Pone el broche el extraordinario Kids Club de llamativas dimensiones, amplio horario y con numerosas opciones de entretenimiento para nuestros hijos.
Da igual qué día haga: la piscina está climatizada. Y siempre nos quedará el Kid´s Club. |