Distrito Burger se ha expandido rápidamente por Madrid y culpa de ello seguramente la tienen sus patatas ilimitadas, sus ajustados menús de precio y cantidad y la calidad y sabor de algunas de las hamburguesas. La triple por ejemplo, que pedimos en esta ocasión, tiene buen sabor, pero pide algo de ketchup y mucha agua ya que el bacon, muy presente, está algo salado y exige vaso de agua o refresco siempre al lado. Lo cual no es necesariamente malo, pero sí contrasta enormemente con la capacidad de inundar el sentido del gusto que tienen otras referencias como la de huevo y mayonesa de trufa. Esta última en una dosis ajustada para no robar protagonismo al resto de ingredientes y confluyendo todos ellos en un resultado sobresaliente.
Hemos comenzado con los principales porque capítulo especial merecen las alitas de entrante. Son sólo 4 por ración, a elegir si picante o no (pueden servirte la salsa aparte) pero de un tamaño respetable y una carne de pollo bajo el rebozado extremadamente sabrosa y tierna.
Casi habría sido la mayor sorpresa de la velada si no fuera por la razón que pare este artículo, el batido de fresa con montaña de toping de nata y una decena de chucherías adornando vaso y resto de bandeja. Una lástima que sea una acción estacional y ligada a Halloween porque bien merece compartir carta con lo que más disfrutó un servidor, incluso por encima del batido de marras: los sweet bun. El brioche de la hamburguesa pero en versión dulce y con azúcar glass espolvoreado relleno de... cinamonn roll y nutella. Nuestra recomendación es que pidáis ambos y los mezcléis entre sí, la combinación es sublime. Como nuestra última experiencia en Distrito Burger gracias a este cúmulo de sorpresas, novedades y sabores.
Más información en https://distritoburger.com/
Jesús Clemente Rubio