Hace algo más de tres años confirmamos que República Dominicana dejó de ser Punta Cana a ojos del viajero algo experimentado para convertirse en Samaná, Puerto Plata, Las Terrenas o, como el caso que nos ocupa, Bayahíbe y Dominicus. Quedémonos en las playas de esta última zona: arena que molesta mirar fijamente porque refleja los rayos de luz como si de un espejo se tratase debido a su blancura, aguas de exagerada pulcritud bañando una enorme playa que dibuja la costa del Viva Dominicus Beach al Palace, y viceversa. Ya que nos metemos en la cuestión nominal, esta vez apostamos por el hermano mayor de la franquicia cuya diferencia de precio con el básico, por cierto, es ridícula en comparación con todo lo que ofrece. Porque lo que vimos nos dejó maravillados de principio a fin: misma idónea localización, mejor servicio -si cabe- en términos generales y el Verdadero Todo Incluido... porque éste no ha de significar vagar de un lado a otro comiendo sin parar y entregando tus posaderas a cada tumbona de la playa. Hablamos de muchas horas al día como para desperdiciarlas en un cíclico sistema de orilla, tostarse algo al sol y llenar buche como si fuera el último día de tu vida.
Al que madruga, Dominicus Palace le sorprende y ayuda con estampas como estas. |
Suenan Los Locos y su “Viva la Fiesta” y emerge la primera gran virtud de Viva. Su equipo de animación. Cierto es que menos nutrido que el que cada jornada saluda al día y a los huéspedes en la explanada del Dominicus Beach, pero he ahí el valor añadido del Palace. Ruido moderado y elegible, descanso y relax sempiternos. Apenas concluyen el baile de esta melodía bandera de los VIVA, seguida del “Bravo come é te” resultante del acuerdo de Viva con los italianos Bravo, iniciamos un día que será parecido pero nunca igual al siguiente en Palace. Actividades para todos los públicos, en el caso de los más pequeños compartidas con la animación del Beach pero, descuida, vendrán a buscar a tu infante y lo traerán de vuelta con un rostro iluminado por la diversión y emoción de cuantas actividades haya llevado a cabo. Hablamos de uno de los complejos hoteleros con mayor oferta de deportes acuáticos, desde windsurf y catamarán tutelados hasta kayak y paddle surf. Con un sencillo sistema de reservas que, una ventaja más sobre el Beach, raro será que no deje espacios libres suficientes como para que puedas pasar los días practicando e incluso perfeccionando tu técnica.
Animación y actividades sin tregua. |
Fuera del agua, la diversión pasa del Bingo al Volley Playa, de la petanca al ping-pong, todo realizable por libre o en torneo y competición organizados por la animación. Los dos gimnasios techados están completamente equipados y gozan de un plausible mantenimiento, algo casi inédito en hoteles de estas características y un apartado sobresaliente vaya, pero ya rizamos el rizo con el BOX de Crossfit al aire libre situado en la zona del Beach. Si lo tuyo es la calistenia y esta disciplina, no perderás un solo día de entrenamiento o, al menos, no tendrás la excusa de que careces de las instalaciones necesarias.
Un BOX de Crossfit para ti solito. |
Pero, decíamos, esto es sólo el principio: con la
noche llegan los shows, de manifiesta calidad y trabajo detrás, un llamativo
Kids Show a base de coreografías del videojuego “Just Dance” reproducidas en
pantalla gigante en el teatro de Beach y reproducidas por cuantos niños se
animen a ello y, por supuesto, la fiesta.
Hay varias especies sueltas por el recinto. Pavos, gansos, patos... |
Viva la Fiesta
Es difícil imaginar una canción que represente mejor las
bondades del Dominicus Palace que ese Viva la Fiesta de los Locos. Tras un día
repleto de emociones para niños y adultos, los primeros con lecciones de circo
y trapecio incluso, pero también pintacaras, splash! y otras aventuras, los
segundos con todo lo mencionado anteriormente…llega la noche. Finalizado el
espectáculo de rigor a eso de las 22:30, es turno de la fiesta programada a las
23 horas que va desde un revival de los 70 y 80 hasta el hacer vestir a todos
los huéspedes de blanco al más puro estilo ibicenco. Las hay temáticas por
nacionalidades, como la americana con motivo del Thanksgiving o la Mexicana,
para todos los gustos, de todos los estilos en lo que conforma la experiencia
definitiva para abrochar “un día más en la oficina”. Porque en Viva Wyndham
Dominicus Palace todos los días y durante todo el día hay fiesta… nos dejamos
en el tintero otras diurnas y temáticas como la del castillo hinchable y
resbaladizo, tremendamente divertido, la guerra de harina, la fiesta de la
espuma o la internacional en la piscina de La Roca que congrega a todo el
equipo de animación, multitud de huéspedes en torno a uno de los Tiki Bar y
cócteles, cocos y canapés siendo testigos de todo un “tardeo” español a ritmo
de DJ y en el paraíso.
El palacio del descanso
Claro que resulta inverosímil hablar de descanso y relax con semejante agenda de actividades. En Dominicus Palace, nada más lejos de la realidad. Todo lo citado es opcional, porque uno siempre puede elegir su rincón y piscina favoritos, o su enclave y hamaca en playa y echar allí el día entre mojitos, piñas coladas y almuerzos varios. Vayamos por partes, y hablemos de las piscinas. A estas alturas ya lo sabréis, pero remarcamos que ser cliente del Palace significa tener acceso a TODO el complejo Dominicus, también el Beach, y eso supone que puedes elegir entre el dinamismo sin tregua de la zona del Beach con el ritmo más pausado –y espacios más liberados- del Palace.
Playa o piscina, comparte tus momentos familiares eligiendo descanso o ritmo.- |
En cualquier caso, hemos contado una decena de piletas, vasos o piscinas en el hotel, y quizá se nos escapó alguno. La principal del Palace corona una zona que desciende ligeramente hasta la orilla de las extraordinarias playas del hotel. Olvídate del sargazo de Punta Cana y similares, nunca hemos visto la temida alga en arenas de Dominicus y, creemos, nunca la veremos. Aguas transparentes y turquesas, arena blanca casi reflectante, tu bebida favorita y tumbados al sol o a la sombra del mar de palmeras que baña la zona playera del hotel. Para ti la vida en Dominicus Palace. Y lo mismo se puede aplicar a la mencionada piscina principal, donde quizá la paz que buscas se vea algo más interrumpida por las actividades de animación, y al resto, desde la próxima a la pizzería como la que uno encuentra cerca de la recepción del Dominicus Beach, pequeña y coqueta como las de los apartamentos estadounidenses a pie de carretera.
Pero todos tenemos una favorita, y la nuestra fue la de La
Roca por su rasgo infinito, la cercanía a otra ideal para bebés por su escasa
profundidad pero también para adolescentes y adultos y a otros juegos como las
arenas de petanca y las mesas de ping-pong. Sin olvidar las hamacas de árbol a
árbol para echarte la siesta mayúscula entre las luces y sombras que dejan
nubes y palmeras. Estamos hablando del otro extremo del complejo, que es
enorme, pero caminar hasta allí desde el Palace merece la pena sobremanera dada
la recompensa. Contra lo que pueda parecer, la piscina principal del Beach
tiene multitudes y ambiente pero en torno a la piscina, luego en ella se bañan
pocos. Y posee igualmente diferentes niveles para albergar a unidades
familiares o grupos dispares y diversos.
Hay suficientes metros de playa para encontrar enclaves casi vacíos. |
Más allá de la siesta, está el descanso en las habitaciones.
No temas por las fiestas y actividades mencionadas; la zona del Palace goza de
una tranquilidad absoluta a partir de las once de la noche y, hasta entonces,
difícilmente escucharás en tu habitación las celebraciones de fuera… Nosotros
asistimos desde nuestra habitación y una de las noches a una boda que tuvo
lugar en el Viva Café, a un puñado de metros, y seguíamos escuchando lo que nos
acompañó en cada reconfortante velada: las olas del mar. Nos quedamos en la
habitación y en ese mar que oíamos cada noche y cada mañana veíamos apenas
abríamos el ojo. Bien desde la terraza o bien desde el otro par de generosos
ventanales que nos daba casi una visión de 180 grados, además de un abundante chorro
de luz. Las camas cómodas aunque para los que gusten de colchón de dureza media
o alta –no concebimos descansar en un colchón blando- y con capacidad de
almacenaje suficiente para tres personas. Las botellas de agua y el minibar
repuestos diariamente, el gigantesco tamaño de la televisión y la apertura de
la puerta en el chip de tu pulsera completan una estadía que, de nuevo,
justifica el apellido Palace.
Comer, siempre en gerundio
Te pasarás el día comiendo. Nunca hablarás en pretérito, siempre en gerundio, porque cuando tu buche te diga basta tu cerebro y ojos te alertarán sobre un nuevo bocado visto en esa otra esquina del hotel. Son muchos los Todo Incluido que prometen 24 horas de bebida y comida, es aquí donde lo hemos visto por vez primera. TODO el día podrás comer y beber, literal, en uno de los cuatro restaurantes buffet, recomendando el del Palace porque jamás tendrás la sensación de que una marabunta de gente dificulta tu movilidad por el comedor, te priva de tu comida favorita por agotarla y genera un indeseable ruido mientras comes tranquilamente. Además de que posee más referencias que el resto y una distribución más despejada y pulcra.
Desayunes donde desayunes, te relamerás. |
Como añadido tenemos los
diferentes rincones de cafetería y uno por encima de todos ellos: el Café
Dominicus, con el manjar de grano tostado y local como protagonista.
Solapándose con los horarios de comida y desayuno de los restaurantes, en lugar
de esperar a su cierre para ponerse en marcha, siempre hallaremos snack bars o,
ya por la tarde y durante TODA la noche hasta la apertura de los desayunos,
pizza al horno. Una adictiva masa con la que va bien cada ingrediente y
combinación que se le ocurre al chef y que, no lo dudes, atenderá tus
peticiones si no son muy descabelladas.
Déjate sorprender por la variedad de propuestas y restaurantes temáticos. |
Con la noche por cierto llegan los temáticos previa reserva,
tienes ventajas en este aspecto perteneciendo al Palace. Una vía de escape
necesaria para que la gastronomía no pase de un atractivo a una tediosa
monotonía… y el asiático Bambú, la Fusión Latina o el Viva México rozan el bien
alto por propuesta que alcanza el notable en el Pico Alto por su rigurosa
cocina local dominicana. Misma nota para el Viva Café por un gratinado de
vieiras, un jugoso filete de res y un salmón tierno y sabroso. Pero el top es
el Atlantis, cocina mediterránea de altura con un primer pase de crema y vieira
que abrió boca para una pata de pulpo excelsa, pasta a base de camarones
contundente y deliciosa y un salmón strogonoff de altura.
Smoothies y crépes cada día y durante varias horas. Todo Incluido. |
Mención extra y especial para la crepería, incluida para los
clientes Palace, y donde una amplia propuesta de referencias saladas y dulces
pueden salvarte –o premiarte una vez más- de un momento de antojo o capricho. Nuestra
recomendación es el de crema de avellana y chocolate con topping de chocolate
blanco… eso, un cóctel, una tumbona frente a la piscina y con vistas al mar y
tendrás el día hecho.
Tus vacaciones familiares en VIVA Wyndham Dominicus Palace. |
Viva la vida…palaciega
Un rotundo sí responde a la pregunta de si merece la pena el
esfuerzo económico añadido para alojarte en el Palace. Máxime si observamos en
la web de Wyndham que, en ocasiones, la diferencia entre un precio y otro por
persona y noche no alcanza los diez euros y, como hemos recorrido
detalladamente, los beneficios compensan ampliamente. Trabajas durante todo el
año para poder llenar la nevera, pagar las facturas y, por qué no, darte un
capricho vacacional en el paraíso dominicano. Una espera y un esfuerzo que
merecen una recompensa y Viva Wyndham Dominicus Palace lo es y con garantías.
De servicio, de instalaciones, de gastronomía, de actividades, de espectáculos…
Viva Dominicus Palace. Y que viva la vida palaciega.
Más información en https://vivaresortsbywyndham.com/
Jesús Clemente Rubio